Sorpresa y mayúscula. No solo por unos resultados inesperados a su edad si no por la regularidad de los mismos y los distintos escenarios donde les cosechó. El crecimiento reflejado respecto a la campaña 2012 eclipsó a otros jóvenes de su generación consolidándose como uno de los mejores corredores de la temporada merced al buen rendimiento en el primer tercio de temporada y a la sorpresa, una más, que destapó en el Tour de Francia.
Michał Kwiatkowski venía de un primer año en Omega Pharma-Quick Step donde dejó algún detalle como el segundo puesto en el Tour de Pologne o el octavo en el Eneco Tour sumando la única victoria en la contrarreloj del Driedaagse van West-Vlaanderen. En 2013 comenzó a destaparse pronto. El duodécimo puesto en la general de San Luis estuvo acompañado del segundo en la Volta ao Algarve tras su compañero de equipo, Tony Martin. Fue dos semanas más tardes cuando realmente se destapó en el mundillo ciclista. El liderazgo que alcanzó en la Tirreno-Adriático le colocó en la primera plana concluyendo en una más que destacada cuarta plaza en la general final por delante de Alberto Contador o Chris Horner entre otros.
Si destacó en las vueltas por etapas hizo lo propio en las grandes clásicas. Pieza táctica en Omega Pharma-Quick Step protagonizó movimientos en pos de sus compañeros gozando de protagonismo en De Ronde donde demostró andar bien sobre los muros de pavés. Mejor rodó en el tríptico de las Ardenas donde no se arrugó ante los desniveles de los muros siendo el corredor más destacado del equipo belga al finalizar cuarto en la Amstel y quinto en Flecha Valona.
Después de ser segundo en el nacional polaco contrarreloj y primero en ruta llegó al Tour de Francia. Entre dudas -desde la Primavera solo había disputado Dauphiné abandonando- comenzó metiéndose en la pelea por la victoria de etapa en Ajaccio -tercero-, Calvi -cuarto-, Albi -cuarto-, llegando a los Pirineos con un vigésimo puesto en Ax-3-Domaines y el tercero en Bagnères de Bigorre. La quinta plaza en la contrarreloj individual de Mont-Saint-Michel le llevó de nuevo a vestir el maillot blanco como mejor joven, un color que abandonaría en favor de Nairo Quintana en el Mont Ventoux. Cuando parecía que el Tour acabaría haciéndosele largo volvió a destacar en la contrarreloj de Chorges -séptimo- buscando aguantar el top10 de la clasificación general en el tríptico de los Alpes que acabó dejándose en una meritoria undécima plaza final.
Acusando la exigencia de una temporada cargada la segunda mitad de campaña estuvo presidida por la falta de competición cosechando un quinto puesto en el GP de Wallonie como resultado más destacado antes de ayudar a Omega Pharma-Quick Step a revalidar el Campeonato del Mundo de contrarreloj por equipos en el Mundial de la Toscana.
Clásicas, vueltas por etapas, mejores prestaciones en la contrarreloj. Nada pudo anteponerse ante el crecimiento de Michał Kwiatkowski en 2013 que le sitúan como una de las más firmes promesas del ciclismo a sus veintitrés años.