Corría el verano de 1992. Un encuentro entre José Alberto Pradera, diputado general de Vizcaya, y Miguel Madariaga, manager del equipo amateur Beyena, propició el planteamiento por parte del primero de la creación de un equipo ciclista profesional vasco. La idea no cayó en balde y durante el año siguiente el dúo avanzó en un proyecto al que se unieron Juan Carlos Urrutxurtu y Jaime Ugarte.

El primer paso para plasmar la idea en una realidad se alcanzó con la creación de la Fundación Ciclista de Euskadi, una entidad privada sin ánimo de lucro constituida con el objetivo de promocionar, fomentar, divulgar y desarrollar el ciclismo vasco otorgando prioridad a los corredores de País Vasco y Navarra así como a los ciclistas que habían desarrollado su trayectoria de formación en ambos territorios.

Los inicios fueron duros. Las dificultades para formar la plantilla, la precariedad presupuestaria y las diferencias entre los dirigentes marcaron el comienzo de la Fundación Ciclista. Juan Carlos González Salvador, Xavier Usabiaga y Peio Ruiz Cabestany se convirtieron en los primeros fichajes de la estructura vasca en la que Jaime Ugarte alcanzó un acuerdo con Txomin Perurena para que este accediera al puesto de director deportivo. Las desavenencias y los problemas económicos hicieron que Jaime Ugarte y José Luis Ibáñez Arana abandonarán un proyecto en el que José Alberto Pradera seleccionó a Miguel Madariaga como presidente de la Fundación.

Primera plantilla del Euskadi, 1994. (c) Mitxelena

Primera plantilla del Euskadi, 1994. (c) Mitxelena

Txomin Perurena encontró notables problemas para la formación de la primera plantilla dada la propia limitación que ofrecía la filosofía del proyecto al que se le unieron la desconfianza y el recelo hacía el nuevo equipo. Así el primer plantel estuvo formado por quince corredores, ocho de ellos neoprofesionales. Veteranos en el cuesta abajo de su carrera deportiva y la juventud fueron las notas predominantes de un primer plantel que comenzó a rodar en la Challenge de Mallorca.

Las Islas Baleares fueron la primera parada del conjunto vasco que comenzó con mal pie. Xabier Usabiaga se vio obligado al abandono del ciclismo a causa de una dolencia cardíaca que le impidió debutar con los colores de Euskadi, nombre como el que comenzó a rodar el equipo de Txomin Perurena. Los inicios estuvieron marcados por la discreción de unos resultados que dejaron patente su inferioridad respecto a la inmensa mayoría de equipos profesionales. Incapaces de tener opciones en la lucha mano a mano las escapadas fueron el santo y seña en su primer año. Así llegó la primera victoria del equipo en el mejor escenario posible para sus intereses. Agustín Sagasti conquistó el Santuario de Loyola en la Vuelta al País Vasco después de una cabalgada en solitario. Poco después, en la Vuelta a los Valles Mineros, un accidente contra un coche que circulaba en dirección contraria a la carrera acabó con su carrera deportiva. Víctima de una gran depresión, se quitó la vida en 2009. Antes Euskadi hizo su debut en la Vuelta a España donde el decimoquinto puesto de Iñigo Cuesta en la clasificación general fue el resultado más destacado.

Sagasti Vuelta al País VAsco 1995

Sagasti, escapado hacía un triunfo histórico. (c) D.N.

En agosto llegó la segunda y última victoria del equipo de la mano de Juan Carlos González Salvador en el cierre del Trofeo Castilla y León. A la conclusión de la temporada los problemas económicos para cerrar el presupuesto fueron la tónica dominante de un equipo del que se despidieron Peio Ruiz Cabestany, Javier Murguialday y Rubén Gorospe quienes colgaron definitivamente la bicicleta.

En la segunda temporada en el pelotón profesional, el equipo asumió una plantilla de dieciocho corredores. Álvaro e Igor González de Galdeano, Asier Guenetxea, Roberto Lezaun y Aitor Osa fueron las principales caras nuevas de un plantel que amplió el registro de victorias respecto a su campaña inaugural. Un parcial de César Solaun en los Valles Mineros tres triunfos en Portugal de Asier Guenetxea -dos etapas en el Algarve, una en el Jornal de Noticias- fueron los éxitos de un equipo vio como el burgalés Iñigo Cuesta alcanzó la segunda plaza en la general de la Vuelta a Asturias, el mejor resultado hasta la fecha en una vuelta por etapas.

Los problemas económicos volvieron a estar a la orden del día al finalizar la temporada donde la formación estuvo seriamente al borde de la desaparición mientras que mediada la temporada de 1997 la ayuda presupuestaria ofrecida por Petronor salvó a un equipo que había dejado de pagar las nóminas a los corredores. Pese a ello los registros siguiendo creciendo con las victorias de Asier Guenetxea en un parcial del Alentejo, los hermanos Galdeano con sendas etapas en el Sport Noticias -Igor- y Asturias -Álvaro- mientras que el equipo logró la victoria en la contrarreloj por equipos de la Vuelta a La Rioja, el Campeonato de España de contrarreloj de Iñigo González de Heredia e Iñaki Aiarzaguena en el Memorial Manuel Galera en 1996. Al mismo tiempo, el escaso potencial deportivo se vio diezmado con la marcha de Iñigo Cuesta a la ONCE y Aitor Osa a Banesto.

A pesar de la entrada de Petronor, la debilidad económica siguió marcando la temporada de 1997 hasta que en agosto se dio paso a un momento clave para la formación. Euskaltel entró a patrocinar el equipo que pasó a denominarse Euskaltel-Euskadi y cambió los colores originarios compuestos por la tricolor de la ikurriña al azul y blanco de la empresa de telecomunicaciones. Una nueva etapa se descubría en el conjunto vasco que con solo dos victorias -TTT en La Rioja, parcial en los Valles Mineros- cerró su cuarta temporada, la última de Txomin Perurena al frente de la dirección deportiva.