Dominio exultante en las grandes clásicas de Primavera, exitoso y destacado final de temporada camino al Mundial de la Toscana. Dos mitades de campaña, dos Fabian Cancellara totalmente diferentes. Uno recordando al mejor Fabian Cancellara de siempre, el otro perdiendo peso y creciendo en la montaña en busca de afinar para la cita mundialista.

Una cita mundialista en la que obtuvo protagonismo en las tres pruebas élite. Llevó hasta al quinto puesto al RadioShack-Leopard en la contrarreloj por equipos mientras que en la contrarreloj individual sucumbió ante la superioridad de Tony Martin cediendo la plata en la parte final del recorrido frente a un Bradley Wiggins que fue de menos a más. Cosechado el bronce, la prueba en línea albergaba las máximas esperanzas de alcanzar el tan ansiado arco iris pero la ascensión a Fiesole fue una piedra insuperable conformándose, no obstante, con un meritorio décimo puesto en meta.

A pesar de “fallar” en el gran objetivo del año, su primera mitad de campaña le llevó a ocupar la segunda plaza entre los mejores corredores del año. Comenzó sondeando el triunfo en la Strade Bianche, cuarto, tras ceder en el ataque de Moreno Moser y Peter Sagan en la ascensión a Siena. En la Milano-Sanremo, primer Monumento de la temporada, volvió a coger el peso de la carrera con un ataque en el final del Poggio de Sanremo llegando a la recta de meta con las opciones intactas y, con un potente sprint sentado, consiguió la tercera plaza tras ser superado por Gerald Ciolek y Peter Sagan.

En Harelbeke, como en anteriores ocasiones, comenzó su dominio. El ya mítico ataque de Tom Boonen en el Taaienberg y la selección que realizó en el Paterberg quedaron en un segundo plano después de que el suizo rompiera la carrera en Oude Kwaremont. Con algo más de 35 kilómetros por delante, Fabian Cancellara atacó distanciando metro a metro a sus adversarios hasta que estos le perdieran de vista. En solitario, a lo grande, alcanzó su tercera victoria en el E3 Prijs Vlaanderen.

El triunfo le colocó el cartel de favorito en De Ronde. No huyó de ello. En el Paterberg regaló uno de los momentos de la temporada al soltar de rueda a Peter Sagan y encaminarse hacía su segundo triunfo con un ataque de los suyos, sentado, haciendo gala de su potencia donde solo la retirada de Tom Boonen a causa de una caída empañó un gran triunfo en De Ronde Van Vlaanderen.

Sin Tommeke en Roubaix, Fabian Cancellara volvió a correr con la vitola de favorito. Le costó alcanzar el triunfo más de lo esperado batiendo en un emocionante sprint final a Sep Vanmarcke, único corredor que fue capaz de seguir su estela. Anteriormente se vio beneficiado por las caídas de Stijn Vandenbergh y Zdenek Stybar que deslucieron la lucha final. En el velódromo de Roubaix alcanzó su tercera victoria en la París-Roubaix, segundo doblete de pavés y sexto Monumento de su carrera deportiva.

Fabian Cancellara

Con la brillantez de una exitosa Primavera encaró la segunda mitad de la temporada centrado en el Mundial de la Toscana que le llevó a renunciar a la disputa del Tour de Francia. Afinó su figura, mejoró en la montaña y volvió a ganar contrarrelojs. Lo hizo en el campeonato nacional y lo refrendo en Austria y en la Vuelta a España donde además de ser protagonista a título individual -segundo en Fisterra, tercero en Cáceres- ayudó a Chris Horner, hasta su retirada en Burgos, a conseguir la victoria seleccionando el grupo en Peñas Blancas o en Monachil además de llevar al segundo puesto en la contrarreloj por equipos inicial al RadioShack-Leopard.