Ayer empezamos con la cobertura de las sorpresas del año. Hoy, con las decepciones.

5º – Thomas De Gendt (Vacansoleil – DCM)

Poco parece quedar de aquel pirado que nos ha tenido enamorados durante las dos últimas temporadas. Este 2013 prometía ser el año en el que se consolidara definitivamente como vueltómano después de su brillante tercer puesto en el Giro de Italia del año pasado, pero ha estado muy lejos de ser así. Su año ha sido nefasto: 96º puesto en el Tour de Francia sin dejarse ver prácticamente y descalificado de la Vuelta a España por agarrarse a un coche para no llegar fuera de control en los primeros días de carrera. Su pésimo año ha tenido consecuencias: ha fichado por el Omega Pharma Quick Step, pero teniendo que soportar una reducción de salario. En 2014 tendrá la oportunidad de resarcirse y demostrar que lo de esta temporada ha sido pasajero.

4º – Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi)

La realidad le ha dado de lleno a Samuel Sánchez en este 2013. Ha quedado demostrado que ya no está para ser líder de equipo en una vuelta grande, porque la pelea por la clasificación general le queda grande. Ahí están los hechos: en el Giro de Italia ha sido 12º y en la Vuelta a España no pudo pasar de la 8º posición. Aún así, que haya perdido competitividad en las grandes vueltas no es el problema; el paso de los años es una realidad y afecta a casi todos por igual. El problema es que no ha sabido modificar su calendario para hacer frente a su nueva situación. Se ha empeñado en seguir acaparando el liderato del equipo en las grandes vueltas y el resultado ha sido claramente decepcionante. En 2014, si encuentra equipo, debe tener las cosas claras y saber que hay trenes que ya no vuelven a pasar.

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La única alegría del año de Samuel. Su victoria de etapa en Dauphiné. Euskaltel Euskadi ©

3º – Philippe Gilbert (BMC Racing Team)

La maldición del arcobaleno se ha cobrado una nueva víctima. Philippe Gilbert ha vuelto a firmar una temporada bastante decepcionante, y ya van dos (si exceptuamos el Mundial de Limburgo). Tras un 2012 para olvidar que consiguió salvar en el mes de septiembre con las dos victorias de etapa en la Vuelta a España y el Mundial, en este 2013 las cosas han ido todavía peor. La única alegría del ciclista belga fue la victoria en Tarragona superando a Boasson Hagen en la misma línea de meta, pero el resto del año, fracaso tras fracaso. Gris en las clásicas de las Ardenas, fatal en el Tour de Francia y decepcionante en el Mundial. Después de dos años bastante flojos, es difícil saber si queda esperanza para ver al Philippe Gilbert de antes o ya está totalmente perdido para la causa.