Tras largas meses de descanso y preparación en la carretera y la montaña, y después de una primera toma de contacto que nos ha llevado de Pekín a Las Vegas, pasando por Baden y Erpe-Mere, ha llegado el momento de poner toda la carne en el asador. La llegada a Neerpelt de todos los grandes hombres de la especialidad con motivo de la primera manga de las prestigiosas -y lucrativas- Soudal Classics marca el punto de partida real del largo invierno de tierra, barro y nieve en tierras belgas, que de nuevo se presenta como un cerrado mano a mano entre Sven Nys y Niels Albert, con Kevin Pauwels y Klaas Vantornout como invitados de excepción llamados a repartirse todos los podios de las grandes citas.
Ellos son los mejores, los más completos y lo vienen demostrando desde hace tiempo. El ‘Big Four’ del cross ante el que todos han de plegarse carrera tras carrera. No obstante, en la mente de sus rivales está el empeño de no dejarse amedrentar e intentar saltarse el orden establecido. Son varios los que volverán a amenazar el mandato oligarca belga; y es que es fuera de sus fronteras de donde proceden los principales candidatos a robar protagonismo a las cuatro estrellas flamencas. El más serio de todos ellos será Lars van der Haar, quien tras saldar la temporada de adaptación con un nada desdeñable bronce mundialista se espera que pueda dar este año un pasito más para convertirse en un rival más consistente, especialmente en terrenos farragosos menos aptos a sus grandes condiciones de rodador y su tremenda punta de velocidad, útil tanto para finales apretados como para unas salidas de las que se ha convertido en gran protagonista.

Aernouts y Wellens tratarán de aprovechar cualquier resquicio para alcanzar el podio / Foto: Karel Brockhoven
Mañana, en un circuito seco y rápido, el menudo ciclista neerlandés tendrá una gran oportunidad para comenzar dando la campanada, algo a lo que también aspira Phillip Walsleben. A pesar de que no encontrará el terreno más favorable a sus cualidades, se trata posiblemente del hombre más en forma de los que formarán en la parrilla de Limburgo. Su hoja de resultados en las últimas semanas no miente: a su imponente imponente en terreno suizo un par de semanas atrás hay que añadir la clasificación general del Baltic Chain Tour en uno de las últimos test estivales de cara a la campaña invernal. Una preparación en ruta que también puede rendir dividendos al suizo Julien Taramarcaz, un hombre que tiene ante sí su primera campaña compitiendo completamente en suelo belga precisamente tras los primeros escarceos con el ciclismo en ruta profesional compitiendo con BMC en Utah y Colorado. Un clásico como Radomír Šimunek completa el elenco de foráneos con calidad más que sobrada para asomarse a las primeras plazas.
En casa también hay émulos
En cualquier caso, Bélgica no ha llegado al indiscutible primer puesto de este deporte por casualidad, y no sólo basan su poderío en una élite rimbombante, sino en una extensa y capaz clase media que se espera que Tom Meeusen abandone de una vez por todas. Tras un invierno para olvidar, ha usado todo el verano para recuperar sensaciones y prestaciones perdidas que le asienten como líder de su escuadra y enemigo real para los actuales dominadores no sólo en los trazados más técnicos, sino a lo largo de la campaña. Condiciones y juventud tiene de sobra para ello, al igual que el novicio Wietse Bosmans, la última gran perla de la cantera flamenca, que llega a la élite con vitola de ganador, aunque con no pocas dudas sobre su rendimiento tras una importante lesión de rodilla en la pretemporada.
Tres veteranos como Bart Aernouts, Bart Wellens y Rob Peeters completan la nómina de alternativas que mañana se reunirán por primera vez desde hace ocho meses, dispuestos a dar la vuelta a la jerarquía imperante y vigente, al menos de momento. En sus manos, y no en otras, está el dar la vuelta a la situación y ponerse a la altura de los ‘Fab Four’.