Todos lo repiten. Todos lo saben. Muchos de los que tienen puesta una cruz en el Mundial, lo tienen claro. La estadísticas, frías pero indiscutibles, avalan la decisión que esta temporada han tomado Philippe Gilbert, Edvald Boasson Hagen o Fabian Cancellara al ir a Galicia a correr la Vuelta a España. Y es que si quieres ganar el Mundial, si vas desde la Vuelta hasta Florencia, todo te podría ir mejor. Lo dicen los corredores y lo dicen los datos.
Desde 2001, año en el que Óscar Freire se llevara su segundo arcobaleno, todos y cada uno de los campeones en el Mundial comenzaron la ronda española y cimentaron su preparación aquí. En casos como 2011 quizás no fue determinante (Mark Cavendish corrió apenas unos días, retirándose en la cuarta etapa), pero sí decidió ir a Benidorm para empezar la carrera de tres semanas española. El último ganador de un Mundial que no hizo su preparación en España fue Romans Vainsteins, que decidió correr la Rheinland – Pfalz Rundfahrt como puente para el Mundial de Plouay.
A pesar de lo obvio de la cuestión, esto es, que correr la Vuelta (no entera sino al menos dos semanas) te da mejor preparación, esto no se instaló entre los profesionales hasta pasados unos años desde el cambio de situación en el calendario de la ronda española. La Vuelta pasó desde abril a septiembre en 1995. Desde entonces, con Olano llevándose el oro en Duitama, hasta 2004, el Mundial se corrió entre el 10 y el 15 de octubre de cada año teniendo ‘tan solo’ dos ganadores que corrieron antes la Vuelta hasta el año 2000. En 2004 se corrió la prueba mundialista la primera semana de octubre. ¿Importante? Sí para la Vuelta.
Desde 2004, mucho mejor pasar por la Vuelta
23 de las 27 medallas que se han jugado desde Verona ’04 (Madrid, Salzburgo, Sttutgart, Varese, Mendrisio, Melbourne, Copenhague y Limburgo) se las han llevado corredores que empezaron la ronda española. La influencia del cambio de fechas del Mundial provocó que solo Valverde en 2005 (plata), Matti Breschel en 2010 (plata), André Greipel en 2011 (bronce) y Edvald Boasson Hagen en 2012 (plata) consiguieran rascar metal sin pasar por el “peaje” español.
Como preparaciones alternativas se ha demostrado que es mejor correr sucesivamente carreras de un día, que vueltas de una semana como Polonia (cuando estaba situada en septiembre), Alemania o la Rheinland – Pfalz Rundfahrt mencionada antes, que es la única que ha dado un oro con el letón Vainsteins.
Viniendo de correr clásicas se llevaron el Mundial Johan Museeuw (Lugano ‘96), Laurent Brochard (San Sebastián ‘97) y Óscar Freire (Verona ‘99). Todos justo tras el cambio de fechas de la Vuelta, todos antes de que las semanas entre ésta y el Mundial se redujeran unos años después.
¿Un “Nibali” o un “Cancellara”?
Correr la Vuelta no significa, per se, que se vaya a ganar el Mundial. Desde 2002 es así, pero es así si sabes cómo afrontar tu participación en la carrera. Porque no es lo mismo afrontar la Vuelta como lo han hecho Joaquim Rodríguez, Alejandro Valverde, Chris Horner o Vincenzo Nibali, que como lo han hecho Fabian Cancellara, Philippe Gilbert o Edvald Boasson Hagen. Competir hasta el último día genera más fatiga, y eso en los Mundiales se paga. Es cierto que los perfiles de los Mundiales no son para vueltómanos, y que por eso ha sido más fácil ver triunfar últimamente a clasicómanos, pero todos ellos dicen que es mejor correr “a la Freire”.
Desde 2011, solo Cadel Evans (2009) y Philippe Gilbert (2012) terminaron la ronda española. En el caso del aussie, para acabar 4º. En el caso del belga, para coger ritmo tras un mal año… y poder llevarse hasta dos etapas en Barcelona y La Lastrilla. Óscar Freire dejó la Vuelta en la decimoquinta etapa en 2001 y en la decimosegunda en 2004. Mario Cipollini en la decimoprimera, Igor Astarloa en la octava y Alessandro Ballan en la decimoquinta. Los casos más curiosos, los de Thor Hushovd apurando hasta la decimoséptima etapa de la Vuelta en 2010, y Paolo Bettini, que tanto en 2006 y 2007 dejó la ronda española en el decimoctavo parcial.
En todos estos casos no hay tendencia marcada habiendo una semana entre final de Vuelta y Mundial (2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009) o dos (2001, 2002, 2003, 2010, 2011 y 2012).
Los puestos de honor también son para la Vuelta
Calculando los Top5, aquellos puestos que ocupan el podio y están más cerca de él, la conclusión es la misma. El 64% de las medallas en Mundiales desde 1995 son para ciclistas que se han pasado por España. El 62% de los Top5, es decir, con prácticamente la misma trascendencia, también. En cuanto a las preparaciones alternativas el 27% de los podios “son” para carreras de un día, y el 7% para vueltas por etapas de una semana. Como se puede ver en el gráfico de abajo, la incidencia en los Top5 de las preparaciones es muy parecida.
Conclusiones:
- La mejor preparación si quieres ganar el Mundial de ciclismo en ruta es correr la Vuelta a España
- La distancia entre el final de la Vuelta y el Mundial es importante, sin serlo que sea una semana o dos después
- Como preparación alternativa los datos ponen como segunda mejor opción a correr sucesivamente carreras de un día y no vueltas por etapas de una semana
- Por ahora solo una medalla de corredores que no fueron a la Vuelta, se ha conseguido tras ir a correr Québec y Montreal (Boasson Hagen en 2012)