Dicen que la experiencia es un grado. No lo vamos a discutir. Peter Sagan (Cannodale Pro) suponemos que tampoco. Sus victorias son de sobra conocidas, sus derrotas también. Ser el hombre más rápido en esta clase de carreras es lo que tiene, que todos se ponen a rueda y hay que tomar la responsabilidad en primera persona. Canada ha sido buena muestra de ello, el Grand Prix Québec de 2012 y 2013 fueron un calco. Tener que tomar la responsabilidad de cazar al o los fugados para acabar desfondado a menos de 200 metros de meta. O el mismo Grand Prix Montreal de 2010, cuando Robert Gesink le robó la cartera ante la desidia de sus compañeros de fuga, que sabían que ayudar al eslovaco era ir al matadero en first class. Ayer, el guión fue bien distinto. Siendo el más fuerte, mejor no esperar al sprint por si acaso. Mejor ganar en solitario. A lo grande. Pero empecemos por el principio…

"Sagan rodando en solitario en busca de la victoria en Quebec" / Foto: Cannodale Pro cycling

“Sagan rodando en solitario en busca de la victoria en Montreal” / Foto: Cannodale Pro cycling

 

La carrera comenzaba con la típica escapada desde el inicio, donde entraban Zach Bell (Canada Team), Sergio Paulinho (Saxo-Tinkoff), Danilo Hondo (RadioShack Leopard), Rubén Perez (Euskaltel-Euskadi) y Valerio Agnoli (Astana), que ya anduvo en fuga en Quebec. Una escapada que fue haciendo kilómetros, mientras que por detrás, sobre mediados de la carrera, salían del pelotón haciendo de puente con los fugados, de forma alterna Petr Ignatenko y Rudiger Selig (Katusha). Por detrás, varios equipos pasaban por la cabeza del pelotón dando por cazados a los fugados en la vuelta 11 de las 17 totales.

Con el grupo compacto, comenzarían las escaramuzas de gente importante. Jesús Herrada (Movistar), Alexandr Kolobnev (Katusha), Damiano Cunego (Lampre-Merida), Daniel Oss (BMC), Gorka Izagirre (Euskaltel-Euskadi), Tim Wellens (Lotto Belisol) y Cyril Gautier (Europcar) lo intentaban en la vuelta 15. Una después era el turno de Alberto Contador (Saxo-Tinkoff), Tejay van Garderen (BMC) y Jan Bakelants (RadioShack Leopard), pero estos últimos se verían cazados en primera persona por Peter Sagan (Cannondale Pro).

Los escarceos continuaban y de esta forma se llegaba a la última vuelta, con Michael Albasini (Orica – GreenEdge) en cabeza, Amael Moinard (BMC) a 7 segundos y el pelotón a escasos 15. Llegaba la última ascensión a Mont Royal y los dos fugados eran cazados, momento que aprovechó Robert Gesink (Belkin) para atacar, al que respondió perfectamente Peter Sagan. Se coronaba esta ascensión con una veintena de corredores, que serían los que se jugarían la victoria.

En el descenso del Mont Royal, momento decisivo siempre, seguía el carrusel de ataques. Cris Froome (Team Sky), Bakelandts de nuevo, Ryder Hesjedal (Garmin – Sharp) y Gesink lo intentaban sin suerte. Así se llegaba a la Cote de la Polytechnique con once corredores sólo en cabeza. Ryder Hesjedal lo volvía a intentar. A su rueda salía Peter Sagan, que una vez llegó a él, apostó por la victoria en solitario. 8 kilómetros hasta la meta. Matar o morir. Y allí que se fue Sagan en busca de la victoria ante la indecisión del grupo que se dejó rápidamente 15 segundos con él. Finalmente, aguantó hasta la meta, pudiendo celebrar la victoria. Por detrás, dos que habían intentado cazarlo en los últimos kilómetros, Simone Ponzi (Astana) y Ryder Hesjedal completaban el podio.