1. ¿Un líder solido? Implacable durante toda la Vuelta a España, la debilidad mostrada por Vincenzo Nibali en Formigal alienta tanto a la propia emoción de la carrera como a sus más inmediatos rivales. Restan cinco etapas, tres de ellos finales en alto, con los cuatro primeros clasificados en menos de dos minutos y medio. Recorrido suficiente para dar vuelta a la clasificación general. Nibali acumula fatiga tal y como manifiestan sus datos en el SRM pero, ¿volverá a fallar?
2. Un abuelo con alma guerrera. De sorpresa a confirmación. Chris Horner (41 años) entra en el último tramo de la Vuelta a España con opciones de vencer la clasificación general. A tan solo veintiocho segundos de Vincenzo Nibali el americano, que encuentra su mejor rendimiento en puertos con más porcentaje, tendrá en Peña Cabarga y l´Angliru los mejores escenarios para asaltar un maillot rojo que puede depender de las bonificaciones.
3. Valverde y Purito, a falta de un punto. Dicen que puede ser por la fatiga que arrastran desde el Tour de Francia pero el dúo que tanto protagonismo obtuvo en la pasada edición están lejos de repetir esos momentos. A ambos les falta un punto, un punto que les hacía estar un paso por delante en la montaña. Una situación que se refleja en la forma de correr de sus equipos, sobretodo Katusha, dejando marchar escapadas en etapas de montaña donde, al menos, podrían luchar por las bonificaciones.
4. Sorpresa y confirmación de Barguil. Un neoprofesional, debutante en una gran vuelta se ha convertido en la sensación de la carrera. El bretón del Argos-Shimano, vencedor del Tour del Porvenir en 2012, resolvió magistralmente una fuga de calidad en Castelldefels y en Formigal, después de atacar del pelotón en busca de la escapada en el último tercio de etapa, atacó valiente en el puerto final siendo alcanzando por Rigoberto Urán en el último kilómetro aguantando sus embestidas y superándole en un agónico sprint final. Un joven con alma de veterano.
5. La mejor versión de la FDJ.fr. El equipo de Marc Madiot se ha convertido en uno de los mejores de la presente edición de la Vuelta a España. Presencia, metido en la general y victoria de etapa; tres aspectos que avalan el buen rendimiento de los galos que tuvieron con el triunfo de Alexandre Geniez en Peyragudes la recompensa a una actuación que tiene situado a Thibaut Pinot en séptima posición.
6. Escapadas pirenaicas. Tres de tres. El tríptico en los Pirineos se zanjó con escasa repercusión para la clasificación general salvo la etapa de Formigal. El pelotón de los favoritos permitió a tres escapadas luchar por las victorias de etapa siendo dos de ellas -los triunfos de Daniele Ratto y Alexandre Geniez- dos cabalgadas unido al meritorio triunfo de la fuga en Formigal que acabó con la gran victoria de Warren BArguil.
7. Triunfo y Mundial. Philippe Gilbert estrenó el palmarés de la campaña con su triunfo en Tarragona tras una fantástica remontada ante Edvald Boasson Hagen; tras el frío en los Pirineos abandonó pensando en el Mundial. Fabian Cancellara, al contrario, sigue en carrera después de vencer la contrarreloj de Tarazona. Dos victorias son sabor mundialista, dos formas de plantearse tanto la preparación como su participación en la Vuelta a España.
8. ¿Falta de previsión o profesionalidad? Desde el jueves se conocían las malas previsiones para las etapas de los Pirineos pero tras coronar Envalira (2.400 metros de altitud) el pelotón se quedó literalmente helado por la falta de ropa de invierno que dispusieron los equipos abandonando en el día un total de dieciséis corredores, diez en la jornada siguiente.
9. La carrera sigue el guión de la organización. A falta de cinco etapas para la conclusión en Madrid la carrera sigue el patrón marcado por la organización. Con la general apretada en sus cuatro primeras posiciones todo apunta a que acabará decidiéndose el penúltimo día, en el final en el l´Angliru. El coloso asturiano será el colofón mediático a una carrera que precisamente echa en falta eso, no hay nada más que ver el público que se acercó a presenciar la etapa del homenaje al Tour de Francia.
10. Los abandonos, la cruz de la Vuelta. Desde la salida en Galicia hasta el segundo día de descanso se llevan contabilizados cuarenta y siete abandonos, una cifra altísima que recuerda las ediciones de la década del 2000 cuando la carrera, con un bajón de prestigio internacional, servía de preparación para el Mundial y pocos corredores extranjeros se aventuraban a luchar por la general. El frío de los Pirineos y las caídas han menguado la calidad de los corredores que restan en carrera con retiradas de corredores como Daniel Martin, Laurens Ten Dam, Ivan Basso, Haimar Zubeldia, Roman Kreuziger o Bart De Clercq.