Hoy comienza el primer escollo serio de esta Vuelta a España, el primer bloque montañoso en una trilogía pirenaica remarcada por aquellos que anhelan encontrar un hueco en el podio de la céntrica plaza madrileña de Cibeles. El mejor situado en ocupar el primer cajón para entonces es Vincenzo Nibali y Astana Pro Team, son los actuales poseedores del ansiado maillot rojo y se han convertido por méritos propios en los máximos favoritos a tenor de cómo han comenzado su andadura en la carrera.
Desde el primer día en Sanxenxo con victoria en la crono por equipos y Brajkovic líder, el segundo día en Da Groba con Nibali ya comandando la general, llegamos a la primera mitad de la carrera como empezamos, con los celestes en cabeza. Impresionante pero prescindible, la idea inicial no interesaba a priori en vestirse de líder tan pronto ya que podría agotar las reservas de un equipo que eludía responsabilidades tan tempranas, y en la tercera jornada lo cedería a un Chris Horner (RadioShack – Leopard) ávido de protagonismo. Pero hubo un cambio radical de planes, ¿por qué no tomar el mando de la carrera y que sean otros los que se muevan?
Dicho y hecho, no pasaría ni un día cuando de nuevo en Fisterra el tiburón de Mesina volviera a ser reclamado en el podio de meta para enfundarse la maglia rossa, más que por ganas por incomparecencia del rival. Desde entonces han transcurrido ocho etapas en las que el italiano vistió como capo en seis de ellas casi sin despeinarse. Ahora manda con galones y la estrategia le ha salido redonda, el balón está ahora en el tejado del resto de favoritos que deben tomar una actitud más ofensiva.
¿Le toca ahora defenderse una vez instaurado en el primer lugar de la classifica y confía en los suyos para hacerlo?. En los doce primeros días se acomodó bajo el ala de los “súper” Kangert, Fuglsang y Brajkovic para ser perfectamente escoltado en los finales duros y explosivos donde además aprovecharía para ampliar diferencias con el resto de favoritos. No parece pues que vaya a desistir en su intento de ir al ataque en un terreno más beneficioso para él y en el que contará además con los resistentes “diesel” que ha ido cautelosamente escondidos estos días sin gastar un gramo de fuerza de más. Entre todo Astana destaca en esas funciones Paolo Tiralongo, ese veteranazo acostumbrado a trabajar para un líder y que cuando llega el momento su fiabilidad cuesta arriba es incuestionable.
Y ese momento ha llegado. “Mi verdadera Vuelta empieza este sábado. Estoy bastante bien, tengo la cabeza totalmente concentrada en los Pirineos, es donde debo estar al tope de mi condición. Vincenzo está bien, el equipo en buenas condiciones, permanecemos muy tranquilos y confiamos en nuestras posibilidades.”
Su dilatada experiencia le permite intuir que dentro del pelotón hay rivales que aún deben decir muchas más cosas al estar rodeados por fantásticos compañeros que jugarán un papel preponderante. “Se han reservado muchísimo y esperemos a estos días para averiguar quién y qué equipos van mejor. Para mi hasta ahora los que están demostrando ser unos rivales sólidos son los Katusha Dani Moreno y Joaquim Rodríguez, son muy peligrosos. Después seguro que estarán Valverde, Basso, Horner también, pero ahora es difícil saber.”
Por contra no cree que quede sentenciada la Vuelta después de las tres etapas en Pirineos y sí prevé que todo se decidirá antes de llegar a la penúltima jornada en el Angliru. “La última semana será decisiva, Angliru es durísimo pero no marcará diferencias en la general, quizás se puedan perder de 30 segundos a 1 minuto máximo. Los días anteriores si marcaran diferencias serias.”
Ya no hay nada más que guardar ni que esconder, se acabó jugar al ratón y al gato con artimañas propias de un juego de naipes, los equipos de los favoritos por fin tomarán el mando de la carrera y veremos realmente quién de ellos va en serio por la carrera y quién ha venido de farol. Tiralongo llega para destaparlos a todos. El primer envite está servido.