Encontrar tu hueco en el ciclismo en ocasiones es difícil. Tener claro desde un principio qué es lo que vas a hacer como ciclista, o cómo vas a afrontar una carrera como equipo es complicado. En esta Vuelta se está viendo: hay equipos que por ahora no han aparecido, y no se sabe muy bien qué se puede esperar de ellos en lo que queda de carrera. El fin de semana en Andalucía se lo dejará claro, porque la pendiente de Peñas Blancas y Hazallanas dejará el discurso muy meridiano a muchos.

Para Cofidis y Luis Ángel Maté no era necesario llegar a Andalucía. Venían a pelear, venían a buscar la fuga, aquellas que poco tienen que decir en la ronda española, por cierto. Venían buscando pelea, y la están encontrando. “Traemos una buena dinámica. Es un equipo peleón, no para hacer la general. Para luchar por las fugas y por las etapas”, nos decía el de Marbella en la salida de Sober el miércoles. ¿Nada de general con Jérome Coppel? “No. Por ahora va cogiendo el ritmo. Lleva un año difícil en el que no acaba de encontrar el golpe de pedal. Viene con libertad a ver si va encontrando buenas sensaciones”, nos contaba Maté.

Por ahora es el equipo más activo en las fugas. Se escaparon camino del Monte da Groba, Mirador de Lobeira y Fisterra, consiguiendo coger la fuga en los tres primeros días en línea de la carrera. No así el cuarto ni el quinto, asunto exclusivo este último de Tony Martin, pero el balance por ahora es bueno. Sobre todo el que respecta a Nicolas Edet. “Hizo un carrerón el día de Finisterre”, nos dice el andaluz.

Luis Angel Mate

Y a Andalucía llega hoy (a Mairena del Aljarafe), con ganas y con la intención de hacer todo lo posible por completar tres buenas etapas: “Mi objetivo es hacerlo bien en casa. El punto de forma ojalá que llegue allí, que es por lo que he entrenado. Esperamos dar guerra en esas etapas”. El segundo día en tierras andaluzas, mañana, se sube a Peñas Blancas, un puerto que dice haber subido centenas de veces. Lo describe como “un puerto bastante duro, que es una pena que no se suba hasta arriba, porque la parte que falta es la que más se pega y la más dura, e incluso la más bonita y la más espectacular”.

Esa es la pega del diseño de la etapa, que aunque le deje contento por llegar allí donde se machaca todos los inviernos, piensa que se la han cargado con los cambios confirmados en el recorrido previo a Peñas Blancas (cambiando una aproximación por la Sierra de Ronda por una autovía llana mirando siempre al mar). También por no acabar arriba, como decía antes. “Espacio hay de sobra. Eso de que no hay es una película. Hemos acabado en l’Angliru o Bola del Mundo. Y en Peñas Blancas hay un kilómetro llano arriba”, afirma.

Después, el lunes, se encontrarán con Hazallanas, que describe como otro puerto durísimo: “lo conozco muy bien también, porque paso mucho tiempo en Sierra Nevada. Acaba en El Dornajo, en el cruce, tampoco sé muy bien por qué. Desde que empiezas a subir en la presa hasta el cruce es duro. Hay 5 kilómetros muy difíciles que seguramente rompan la carrera, y más habiendo subido antes Monachil”.

Sabemos que Cofidis está en la Vuelta. Se han dejado ver, pero seguramente tras estos cuatro días en Andalucía nos enteramos mejor. En palabras de Maté, prometen dar guerra. ¡La esperamos!