La Vattenfall Cyclassics, la gran clásicas de los velocistas en verano, es la gran oportunidad de ver un buen sprint en época estival. Algunos de los trenos más potentes se juntan en Hamburgo para batirse con sus hombres fuertes. Arnaud Démare con FDJ, André Greipel con Lotto – Belisol, Elia Viviani con Cannondale o John Degenkolb con Argos – Shimano eran algunos de ellos. Todos se dejaron ver, pero solo ganó uno. Fue Degenkolb, que consigue su segunda victoria del año tras el triunfo en el accidentado sprint de Matera en el Giro d’Italia.
La fuga con Michael Schwarzmann (NetApp – Endura), Gari Bravo (Euskaltel – Euskadi), Julian Kern (Europcar) y Jonas Aaen Jörgensen (Saxo Tinkoff). Pronto cogieron varios minutos de ventaja en su camino hacia el sur de Hamburgo y de vuelta a la ciudad de Jutlandia. Entrando en el circuito diseñado por la organización, el grupo se movía teniendo a los fugados cerca. Jens Keukeleire, Michal Kwiatokowski, Marco Marcato, Yoann Offredo, Simone Ponzi, Matt Hayman, Koen De Kort, Michal Golas o Elia Favilli los buscaban y encontraban gracias a una de las cotas de la Vattenfall.
No aguantaron mucho en cabeza, siendo demasiados los intereses que se encontraron en el contraataque. Así, tras varios kilómetros en cabeza con solo un puñado de segundos, fueron cazados. Entonces el grupo entró en un momento de dudas. Andrey Amador lo intentaba pero no lo conseguía, cosa que sí hicieron tanto Manuele Boaro (Saxo Tinkoff) como Rick Flens (Belkin). Llegaron a tener medio minuto de ventaja aprovechando su capacidad para rodar en la parte del circuito sin cotas (en la que hubo una caída con De Kort y Frederik Willems afectados). Pero cuando las cotas llegaron, las posibilidades de Flens y Boaro se acabaron.
Sky comenzó a apretar, y lanzó en Falkensteiner, a unos 30 kilómetros de meta, a Ian Stannard junto con Sep Vanmarcke, Niki Terpstra y Wouter Mol. Manuel Quinziato también llegaba pero luego se dejaba cazar. Más batallador estuvo Ion Izaguirre, que no cogió el primer ataque pero sí, gracias a la colaboración con Tim Wellens, Michael Albasini, Cesare Benedetti y Daniele Pietropoli, enlazó con la cabeza de carrera. Quedaban 17 a meta y al diferencia con el grupo principal, sin un equipo claro tirando, era de unos 30 segundos.
En el Waseberg, la última cota, Izaguirre subía el ritmo. El de Euskaltel – Euskadi se encontraba con ganas, pero todas se las quitó Terpstra tras un buen ataque en el final de la cota. El neerlandés se fue de sus compañeros con cierta facilidad y hacía su apuesta. De ahí a meta solo era tirar y tirar. Sobrevivió hasta que quedaban unos 7 kilómetros a meta. El trabajao de Argos – Shimano o Radioshack Leopard les dejaba sin opciones, ni a él ni a los fugados, que habían sido cazados un poco antes.
La lucha de trenos estaba servida, y en ésta triunfó Argos – Shimano. FDJ quiso imponerse, y parecía haberlo logrado hasta que el ímpetu de Yoann Offredo rompió las opciones de un descolocado Arnaud Démare. Fran Ventoso vio la opción y trató de colarse cogiendo la rueda de Matti Breschel y lanzándose pronto, pero tanto André Greipel como Jhon Degenkolb, bien colocados, no tuvieron problema en rebasarle. El de ARS fue el primero en lanzarse, con la suficiente fuerza como para aguantar el último tirón de Greipel y llevarse la volata en Hamburgo.