Mucho se habla habitualmente cuando llega la Vuelta de la importancia para los favoritos a ganar la carrera de llegar frescos, con hambre de bicicleta a ella. Sea o no este un factor determinante a la hora de ganarla, el análisis del calendario de los principales candidatos a vestir de rojo en Madrid demuestra que pocas diferencias hay debería haber en este aspecto entre ellos. Todo está muy medido. Todos: Nibali, Purito, Valverde, Urán, Betancur o Samuel Sánchez llevan en las piernas entre 50 y 62 días de competición en este año y una vuelta grande previa disputada. Sólo una excepción, la de Ivan Basso, con una primera parte de temporada marcada por las lesiones, que se ha quedado únicamente en 43 y sin pasar por Giro ni Tour.
Otro tema es la distribución de esos esfuerzos. En un calendario cada vez más largo, que se alarga de enero a octubre, la distribución de la carga de competición se diversifica. En el análisis gráfico adjunto se puede comprobar que, pese a haber unas líneas maestras bastante claras -quién va al Giro, quién va al Tour- la distribución temporal de los picos de forma tiene matices que pueden pasar de ser meramente anecdóticos a, quién sabe, tener una importancia trascendental.
Michele Bartoli nos contaba su preocupación por el larguísimo periodo de reposo de Carlos Betancur, su pupilo colombiano. El antioqueño no compite desde que terminó el Giro, tras un período entre abril y mayo dónde acumuló más días de competición que nadie, y llega a la Vuelta con la duda de su estado de forma de cara a la importante primera parte de la carrera. Nibali y Urán, primero y segundo en el Giro, optaron por descansar en junio y regresaron a Polonia, con el Squalo afinando además en Burgos para llegar a la Vuelta bien metido otra vez en ritmo de carrera. ¿Será eso decisivo o es preferible llegar algo corto para ir de menos a más? Quizá sea ese el deseo de Samuel Sánchez, un especialista en las progresiones lentas, que sólo ha corrido Burgos y a medio gas tras su irregular y algo decepcionante Giro.
El segundo gran camino hacia la Vuelta es el que pasó por el Tour como primera grande y ahí encontramos a Alejandro Valverde y Joaquim Rodriguez. La única diferencia es que el murciano alargó un poco más su actividad hasta la del domingo siguiente mientras Purito visitaba algunos critériums en el Norte de Europa antes de afrontar un pequeño reposo. Para Eusebio Unzué, el director de Valverde, la opción Tour-Vuelta es “menos idónea” pues obliga a ajustar mucho más la balanza entre “descansar y no relajarse demasiado”. De todos modos, el veterano manáger del equipo Movistar cree que “también en el nuevo ciclismo se ha demostrado que se puede llegar bien” a la Vuelta tras hacer el Tour. “Hoy en día, con los potenciómetros y los programas de trabajo individualizados tienes la garantía del trabajo bien hecho, aunque lo hagas en casa”, sentencia.
Purito y Valverde contra Nibali, Samuel y los colombianos, o el camino del Tour contra el del Giro. Otra de las luchas de esta Vuelta.