Para cualquier actividad la cabeza es el eje fundamental. Un ciclista puede llevar buena condición, buenas piernas pero si la cabeza no se encuentra estable el físico queda totalmente apartado en un segundo plano. Un caso que ocurrió a Giovanni Visconti la pasada temporada, la de 2012, la de su fichaje por Movistar Team. Una campaña que a pesar de ser buena en líneas generales quedó lejos de lo esperado tanto a nivel personal como por el propio equipo.
Giovanni Visconti era otro ciclista, muy diferente al corredor ganador que llegaba desde la Farnese Vini. “2012 fue un año un poco particular con problemas más de cabeza que de piernas. No me encontraba bien, no creía en mis posibilidades” afirma Visconti. Un fichaje de campanillas que, en parte, cerró una primera temporada con un sentido de decepción. “Seguro que se esperaba más de mí, yo también esperaba más de mí, Eusebio me ficho por ese sentido”, unas palabras que resumen el sentimiento de un campaña difícil.
Pese a ello cerró la temporada con dos victorias. La Klasika de Primavera y el Circuito de Getxo pasaron a engordar el palmarés del ciclista italiano. “Gané dos carreras, una cosa no muy fácil con el año que pasé”; porque, ante todo, Visconti mantuvo la mentalidad ganadora. Una actitud que desde el triunfo en Gexto le llevó a cerrar un notable último tercio de temporada con trece puestos entre los diez primeros.
La importancia de Eusebio Unzué
El manager de la formación navarra se convirtió en el eje principal de la recuperación de Visconti. Unzué supo reconducir una situación difícil, una situación de la que cuesta salir. Unzué logró hacer que la cabeza de Visconti pasase a ser de un verdadero lastre al motor que impulsa al italiano. “Eusebio es una persona muy importante para mi, un sabio del ciclismo que está siempre al lado del corredor, que te llama, que se preocupa por ti”.
“El que es bueno, es bueno siempre”. Una frase que Visconti nunca olvidará. Unzué, motivador nato, no falló. “A partir del año pasado en el Giro dell´Emilia que ayude a ganar a Nairo en una carrera muy dura, es una frase que me queda muy dentro”. Se suma, además, la integración con el resto de componentes del Movistar Team. “Por suerte para mi encontré un equipo que no me ha presionado”, una circunstancia vital para la recuperación que ha vivido Visconti en el presente ejercicio.
La redención se llamó Galibier
El Giro de Italia acabó por cambiar a Visconti. No llegaba con buenos resultados a la Corsa Rosa. Quinto en el final en cuesta de Stirling en Down Under, séptimo en Roma Maxima o noveno en el GP Nobili Rubinetterie como mejor actuaciones individuales. Unos primeros meses de calendario marcados más por la ayuda y actitud en favor de sus compañeros que en el de su propio interés.
La carrera de casa cambió todo por completo. Desde el primer día metido en carrera con el tercero puesto en el final de Serra San Bruno como un principio de declaración de intereses. Una manifestación que vivió su eclosión en el punto más inesperado, el Galibier. La cima alpina devolvió al mejor Visconti. Una gran victoria en una gran etapa. No fue la única. Dos días más tardes recuperó, todavía, su mejor versión. El triunfo en Vicenza fue el regreso de su mejor versión. Atacando en una cota, superando a sus adversarios para lograr imponerse en solitario. El Giro de Italia le hizo de nuevo sonreír. “Una victoria así de importante me ha cambiado la mentalidad. Venía de un momento difícil para mi, un año difícil para mi. Si que había ganado dos carreras pequeñas en España pero lo que yo quería era más, el equipo también. Esta es la línea que queremos seguir, desde el Galibier y Vicenza. Desde el Giro hasta ahora tenemos otra mentalidad, buscamos hacer cosas importantes”.
Una circunstancia que comenzó a manifestar en el Tour de Suisse. Después de dos buenas etapas en Crans-Montana y Meiringen que le posicionaban para realizar una destacada actuación en la general, una caída le obligó al abandono en la quinta etapa. Un hecho que ha cambiado el planteamiento de final de temporada. “Estoy un poco peor respecto al año pasado por la caída de Suiza. Dos semanas parado, antibióticos. En Burgos esperaba estar mejor después de Polonia, pero esta fue muy dura y necesito recuperar. Quiero llegar al mundial a tope así que no hay problema”.
Objetivo Florencia
La cita mundialista es el gran objetivo del final de temporada. Después de afinar su condición en Burgos, tiene cerrado el calendario hasta llegar a Florencia. “Disputaré el Tour du Limousin, Plouay, Brussels Cycling Classic y el GP de Fourmies antes del Mundial”. Una cita especial. “Estoy motivado porque pasa por delante de mi casa, son las carreteras por las que entreno”.
Un circuito muy acorde a sus condiciones, así lo ve Visconti. “No creo que sea un recorrido para escaladores puros; seguro que es muy duro pero decir de duro a que es para escaladores cambia mucho. Es para corredores como yo, corredores que suben buen y con punta de velocidad”. Un hecho marca este pensamiento sobre el trazado de la capital toscana. “Que un corredor como Fabian Cancellara esté preparando el Mundial para ganarlo. Si un corredor así cree que tiene opciones, creo que será un Mundial para corredores como él, Peter Sagan, y no tanto como para escaladores”.
El Mundial será el broche de oro en una temporada donde finaliza contrato. La importancia de Unzué queda patente en el pensamiento respecto a la próxima temporada. Visconti finaliza su contrato en el presente curso. Novias no le faltan a la vez que despeja cualquier rumor de regresar junto a Luca Scinto. “Nunca he tenido opciones de regresar a la Vini Fantini-Selle Italia. Tengo dos buenas ofertas pero me gustaría quedarme aquí”. Apuesta por la continuidad. “Estos días estoy hablando con Eusebio y creo que buscaremos la renovación”.
Personalmente me gustaría que se quedase en Movistar. Creo que es un corredor que aporta una frescura especial y un “algo” diferente al equipo.