“Me veo en él cuando tenía su edad” responde Vincenzo Nibali. Su historia tiene muchas similitudes. Ambos llegaron al profesionalismo con la vitola de gran promesa nacional. Uno lo ha confirmado, el otro va camino de ello. Fabio Aru prosigue con su evolución en su primera temporada completa en el profesionalismo. Desde su llegada en agosto de 2012 como stagiaire, el crecimiento es la constancia en su rendimiento.

Un rendimiento que además sumaba los resultados anteriores. Pese a firmar por Astaná en 2011 decidió permanecer media temporada más con el Palazzago antes de saltar al equipo del World Tour. “Decidí continuar seis meses más en dilettanti para seguir creciendo y formándome ya que comencé andar en bici a los dieciséis años” manifiesta Aru. La decisión fue un acierto. Olvidó las lágrimas por la dura derrota en la Toscana de 2011 al lograr la victoria, al igual que en Aosta donde no obtuvo rival. Solo cedió ante Joe Dombrowski en el GiroBio donde finalizó segundo. “Los resultados en las vueltas por etapas fueron muy importante porque son las que mejor se adaptan a mis características”. En el paso a Astaná dejó algún detalle. Finalizó segundo en la etapa reina del USA Pro Challenge tras formar parte de la escapada, un protagonismo que repitió en el Giro dell´Emilia.

La llegada de Vincenzo Nibali a la formación kazaja supuso un nuevo cambio, un paso adelante en su trayectoria. El bloque italiano acogió a la promesa de su ciclismo. Así logró debutar en el Giro de Italia en su temporada de neoprofesional. “Teníamos miedo de llevarle con nosotros pero ha sido fuerte y se ha merecido estar en este grupo” relata el que a la postre sería el vencedor de la Corsa Rosa. Su inclusión en el nueve de Astaná no pasó desapercibida. Aru se convirtió en uno de los mejores coequipiers en la montaña. “Ha tenido una grandísima continuidad en la carrera ayudándome a mi. Iba fuerte en subida, para un joven eso es muy importante” comenta el siciliano. Entre otras actuaciones, Aru finalizó quinto en las Tre Cima di Lavaredo. “No me sorprendí verme arriba en las Tre Cima porque la segunda semana del Giro estuve enfermo con problemas en el estómago y fui poco a poco recuperándome para poder estar fuerte la última semana”. Además del rendimiento, la experiencia fue otro punto favorable para sus intereses. “Estar junto a Nibali en el Giro me ha ayudado mucho, es un gran capitán que no para de enseñarme”.

Aru, tras la estela de Nibali. (c) Specialized

Aru, tras la estela de Nibali. (c) Specialized

El Giro no fue la única muesca de calidad de la temporada para Fabio Aru. Comenzó pronto a dar señales al ser séptimo en el Mirador del Sol en el Tour de San Luis. El cuarto puesto en el Giro del Trentino -por delante de nombres como el de Bradley Wiggins o Cadel Evans- eclipsó y catapultó su nombre. “Fabio ha andado muy bien, no ha ganado porque es muy difícil hacerlo pero está siendo regular”. Una constancia que marca el 2013 de la joven promesa. Gracias, en parte, al apoyo del bloque italiano de Astaná donde, entre otros, se encuentra su entrenador, Paolo Tiralongo. “El equipo me está ayudando mucho, de ahí que haya renovado mi contrato hasta 2016” relata Aru.

Pero más que por el presente, Fabio Aru está valorado por el futuro que tiene. Una promesa en la que el ciclismo italiano tiene depositadas muchas esperanzas. “Es siempre difícil hablar del futuro pero es una gran promesa; tiene las cualidades para ser un alguien en el futuro. Lo dicen los test en subida” manifiesta el propio Nibali. “Me ven como una promesa pero de momento tenemos que esperar dos, tres años a que acabe de formarme para ver si en verdad seré esa promesa o no” manifiesta el joven italiano al que la presión todavía no parece afectarle. Más si cabe cuando se le pregunta por su punto fuerte como ciclista. “La cabeza” responde, “en lo más importante de un corredor” afirma con rotundidad. Una circunstancia clave para luchar por los mejores triunfos en el futuro. La cabeza es el verdadero motor de una persona.