El empate técnico entre Tom Danielson (Garmin – Sharp) y Chris Horner (Radioshack – Leopard) en la llegada en alto de Snowbird, hacía presagiar una subida tensa en la que los hombres de equipo hicieran el trabajo de la pareja de líderes durante gran parte de la ascensión. Unos planes que, por fortuna, no estaban en la agenda del corredor de Connecticut, quien demarró en la parte inicial del decisivo Empire Pass sin que Horner y su cohorte de gregarios pudieran echarle el lazo para conseguir el definitivo triunfo en la tercera edición profesional del Larry H. Miller Tour of Utah, por delante del propio ‘Redneck’ y de otro de los protagonistas en la olímpica Park City, Janier Acevedo (Jamis – Hagens Berman).

En cualquier caso, toda esa lucha aún quedaba muy lejos el pasado martes. La ronda mormona se iniciaba con una etapa relativamente sencilla -si obviamos la altitud en la que se desarrolló toda la etapa- en la que Greg van Avermaet (BMC Racing) iba a romper todos los esquemas. No por lograr un triunfo para el que era favorito de antemano, sino por el modo en el que los consiguió. El belga rompió la preparación del Team Optum p/b Kelly Benefits con una ataque durísimo a poco más de un kilómetro del final que supo mantener hasta la línea de meta gracias, además de unas piernas portentosas, a la desaparición de los compañeros de Michael Matthews (Orica – GreenEdge) -segundo- en los últimos metros. En cualquier caso, ‘Bling’ se iba a tomar la revancha el día siguiente en la llegada a Torrey, marcado por la cabalgada infinita de Andris Flaksis (Bontrager Cycling Team) que finalizó en una ‘volatta’ absolutamente caótica, en la que prácticamente solo supo encontrar la rueda de los Bontrager para lanzar un sprint en el que solo Van Avermaet fue un rival de garantías. Matthews lograba la victoria y el amarillo, aunque empatado a todo con el belga.

No obstante, Lachlan Morton (Garmin – Sharp) y el Mount Nebo se iban a encargar de deshacer las tablas que figuraban en la clasificación demostración mediante. El joven australiano sacó a relucir lo que muchos apuntan sobre él desde hace meses y realizó una ascensión primorosa en la que que fue recogiendo uno a uno los dieciséis cadáveres que quedaban de la fuga del día antes de coronar, lanzándose en solitario a por el triunfo en el peligroso y rápido descenso hacia meta que iniciaba con una renta más que amplia, a pesar del fuerte ritmo que el equipo BMC Racing había puesto en la subida en favor de Van Avermaet y que dejó el pelotón en apenas una docena de ciclistas en la cima. Morton aseguró su ventaja y se hacía con el parcial y el liderato tras aventajar en medio minutos al menguado pelotón de favoritos. Las primeras diferencias estaban echas y más de uno ya se había quitado la careta de cara al decisivo fin de semana final.

Aunque antes quedaba pendiente una visita a la capital del estado en un circuito más propio de un critérium que de una ronda profesional. Apenas 54 kilómetros por las calles de Salt Lake City que sirvieron para dar la segunda victoria a Matthews por delante de nuevo de Van Avermaet, en una llegada en cuesta que parecía tener el sello del flamenco al que un pinchazo en la parte final le restó las fuerzas para luchar de tú a tú con ‘Bling’, en cualquier caso claramente superior. Tercer triunfo y tercer día de amarillo para los australianos. A Morton las chatis le querían más que nunca.

Pero el ojito derecho de Vaughters sabía que su primera plaza iba a llegar hasta allí, a sabiendas de que la dureza de la etapa reina con final en Snowbird iba a resultar excesiva para él. Así lo declaraba y así ocurría, cediendo el testigo a un ciclista que podía pasar perfectamente por su padre. Horner, que llegaba a la cita americana sin haber competido desde la Volta a Catalunya, conseguía ganar la quinta etapa y hacerse con el liderato tras un ataque en el puerto final que sólo fue capaz de seguir Danielson. Tras una subida relativamente tranquila al Guardmans Pass, en la que aún permanecían una veintena de hombres en su cima, Yannick Eijssen (BMC Racing) seguía manteniendo por delante opciones de lograr la machada y vencer desde la fuga primigenia de la jornada. Sin embargo, la guerra llegó pronto de la mano de ‘Tommy D’ y los dos minutos con los que comenzó a subir se redujeron drásticamente, más aún cuando Horner respondía a su rival con un demarraje brutal que dejaba sin respuesta a Phillip Deignan, Lucas Euser (UnitedHealthcare) y Acevedo junto con un par de ciclistas de Radioshack-Leopard. Tras seleccionar, el cuarentón nacido en Okinawa dejó la tostada a Danielson, que condujo el dúo hasta Eijssen y finalmente a la línea de meta, donde endosaron 37 segundos a sus perseguidores.

Los dos veteranos se había mostrado como los corredores más fuertes el primer día y entre ellos iba a decidirse la clasificación general en el último esfuerzo que restaba. Una etapa corta con un solo puerto de categoría, pero de mucha categoría. Empire Pass era un escollo capaz de dar la vuelta a la clasificación y Francisco Mancebo (5-Hour Energy) era consciente de ello. De ahí que no sorprendiera su presencia en la escapada de quince ciclistas formada de inicio, de la que llevó el peso en todo momento para tratar de alcanzar la base del puerto con la mayor renta posible. Cuatro minutos, que hacían soñar no solo en el parcial, sino en poder entrar en el podio definitivo. Pero era el día de Danielson.

Danielson celebra su victoria en la general en la meta de Park City / Foto: © Garmin - Sharp

Danielson celebra su victoria en la general en la meta de Park City / Foto: © Garmin – Sharp

El ciclista de Garmin-Sharp sorprendía a Horner con un ataque en la parte intermedia del puerto al que no pudo responder ni de repeler aún con la ayuda de Matthew Busche. Danielson incrementaba la ventaja y alcanzaba a Mancebo muy cerca de la cima. Parecía ya que ambos podrían llegar a un pacto y repartirse los beneficios en Park City, cuando Acevedo les superó a ambos como un ciclón. El colombiano venía de menos a más y estaba realizando una remontada tremenda, repleta de fuerza, pero el puerto se le acababa ya. Los tres viajaron juntos en el descenso a meta en el que Mancebo superó a Acevedo, con Danielson como espectador de lujo y el objetivo cumplido. Primera victoria del año para el norteamericano, que redondeó una carrera magnífica para el conjunto de Vaughters.