Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero Thor Hushovd ha demostrado en la Arctic Race of Norway que las excepciones existen. El noruego del BMC se ha impuesto en la edición inaugural de esta carrera por etapas de su país al ser el más regular y consistente en las llegadas masivas y los sprints intermedios bonificados que han decidido la prueba. Y, con ello, continúa la buena racha tanto personal como de su equipo en estas últimas semanas veraniegas, una racha triunfal muy necesaria para un corredor y un equipo que se habían quedado muy lejos de cumplir sus expectativas durante los primeros meses de la temporada.
En cualquier, caso, las cosas no empezaron tan bien para el de BMC en una primera etapa que sobre el papel le parecía favorable, por la moderada dureza que podría beneficiarle respecto a otros velocistas más puros. Sin embargo, el pelotón no llegó a romperse, a pesar del empuje de una buena escapada que incluía nombres importantes como Lars Petter Nordhaug o Sep Vanmarcke, ambos del Belkin. Al final, sprint masivo y doblete de Vacansoleil – DCM, con Kenny van Hummel como primer líder, escoltado por Barry Markus.
Thor Hushovd no tardó en devolver el golpe al día siguiente. Sin importarle que fuese una etapa de perfil más plano, nada selectiva, ganó con autoridad ante Tom van Asbroeck (Topsport Vlaanderen – Baloise) y se puso líder a costa de un Van Hummel que solamente pudo ser cuarto, justo fuera de las bonificaciones. El de BMC quedaba primero en la general provisional con tres segundos de ventaja.
No parecía desde luego una diferencia tranquilizadora, y así quedó demostrado en la tercera jornada, en la que se volvieron a cambiar los papeles. En otra llegada masiva, Van Hummel consiguió entrar justo tras el joven y prometedor Nikias Arndt (Argos – Shimano), sorprendente vencedor del día. Con Hushovd relegado al quinto puesto, el neerlandés de Vacansoleil era quien quedaba en esta ocasión con un exiguo liderato de tres segundos ante el ídolo local, y teniendo además a su compañero Barry Markus acechando desde la tercera plaza.
Todo quedaba a expensas de lo que ocurriese el último día. No había espacio para los errores, y ahí fue donde la veteranía y calidad de Thor Hushovd salió a relucir. El Dios del trueno cruzaba la línea de meta en primer lugar, por delante de Paul Martens (Belkin), dejando claramente atrás a Van Hummel, quinto, quien cedía el liderato al no bonificar. Al final, el guión soñado por muchos resultaba ser, in extremis, el definitivo. El patrón y líder espiritual de la Arctic Race of Norway era al final el mejor, con el propio Van Hummel y Nikias Arndt escoltándole en el podio.