Ciudades como París, Madrid, Bilbao, Amsterdam, Lisboa o Barcelona tendría que tener su carrera tal y como la tienen otras tantas ciudades. Desde este 2013, Londres y Roma (ésta última tras varios años de ausencia del Giro del Lazio) pueden decir que sí tienen un evento ciclista de muy buen nivel que recorre sus calles y deja ver su ciudad durante unas horas a todo el que quiera disfrutar del ciclismo.

La Ride London Classic, que como decíamos en la previa guarda similitudes con la carrera de los Juegos Olímpicos de Londres, se celebraba hoy con buen cartel y unas expectativas altas. Recorrido definido para resolverse al sprint pero con varias cotas y dificultades previas que han conseguido que lo vivido hoy solo tengan perspectivas positivas en el futuro.

La escapada del día la formaron Zico Waeytens (Topsport Vlaanderen – Baloise), Michael Cuming (Rapha Condor), Dominique Rollin (FDJ), Reidar Borgersen (Joker Merida), Clinton Avery (Champion System), Jonathan McEvoy (NetApp – Endura) y Ramon Sinkeldam (Argos – Shimano). Rápidamente consiguieron varios minutos de renta, lo que provocó el control por parte de Sky, Orica – GreenEdge o Vacansoleil – DCM. Era un día para los velocistas, y ellos con Ben Swift, Matt Goss o Danny van Poppel, entre otros, debían asumir la caza de la fuga (donde no llevaban a nadie). No así FDJ, que ya desde ese momento entendió cómo se gana una carrera con pocos integrantes por equipos.

Tras las subidas a Leith Hill, más tranquilas por estar tan lejos de meta y donde solo se vieron algunos ataques sin muchas intenciones, se encaró Box Hill, la cota protagonista de la carrera olímpica de hace más de un año. Allí Garmin – Sharp, con Steve Bauer y David Millar, y Sky con varios de sus corredores, intentaron abrir hueco y conseguir llegar hasta los escapados. Pero la vida de los escapados se acabó allí, a menos de 60 a meta, y el protagonismo pasó a los valientes que quisieron distanciarse del grupo.

Yoann Offredo (FDJ), Steve Bauer (Garmin – Sharp) y Simon Yates (Gran Bretaña) llegaron hasta los escapados. Del grupo tiraba Orica – GreenEDGE, que evidencia su estrategia de no moverse y sí tirar por sus corredores rápidos. Bajando la diferencia del minuto, Offredo y Waeytens se marcharon de los fugados. FDJ, con el trabajo de Rollin y Offredo, no tuvo que tirar en ningún momento, y eso se notó en los últimos kilómetros.

La ventaja rondaba siempre el minuto, y Bardiani – CSF, Vacansoleil – DCM, Cannondale o Sky tiraban entrando ya en el centro de Londres buscando el sprint en The Mall. Tras ser cazados a 6 de meta lo intentó Samuel Harrison, del equipo británico, pero no duró más de 3.000 metros. El cómo estaba decidido. Solo faltaba saber el quién, y ese fue Arnaud Démare, que hizo justifica al gran trabajo de la FDJ durante todo el día. Segundo fue Sacha Modolo (como en 2011), y tercero Yannick Martinez (a quien le veíamos más con Offredo en el corte que en el sprint, todo sea dicho). Séptima victoria para el campeón del mundo sub23 en Copenhague, que mira con optimismo a la parte final de la temporada tras un inicio complicado.

Arnaud Démare