Análisis de la cuarta etapa del Tour de Pologne. Tarnów – Katowice, sobre 231,5km. Tras la primera etapa en tierras polacas, el Tour de Pologne se adentra en tierras de la histórica región de Silesia.
Llega la etapa más larga que se vivirá en la presente edición del Tour de Pologne, un kilometraje inusual en carreras de una semana y que sin ir más lejos es superior a cualquiera de los que se verán desde finales de agosto en la Vuelta a España. La carrera llevará rumbo oeste y tras bordear Cracovia se dirigirá hasta Katowice, donde como acostumbra a pasar en la carrera polaca un circuito recibirá a los corredores. Éste será el mismo que el de otros años con un par de repechos que pueden abrir opciones de victoria a hombres rápidos en detrimento de los sprinters puros aunque se antoja difícil que pueda romper el sprint masivo.
Echa un vistazo en este enlace de la previa de la carrera polaca.
La apuesta segura: Tosh Van der Sande (Lotto – Belisol)
Otro posible ganador: Leigh Howard (Orica – GreenEdge)
El tapado: Zdenek Stybar (OmegaPharma – QuickStep)
Perfil
Otros datos de la etapa
Hora de salida: 11:05h
Hora de llegada: 16:45h
Si el Tour de Pologne se mueve por el sur de Polonia, raro es que Katowice no acoja final de etapa. Y eso mismo ha ocurrido durante los últimos tres años en que la ciudad silesia ha visto cómo se alzaban vencedores velocistas como Yauhenni Hutarovich (2010), Marcel Kittel (2011) o Aidis Kruopis (2012).
Conoce Katowice, final de la llegada de la 4ª etapa
Si por algo puede definirse Katowice es por ser una de las ciudades menos polacas de Polonia. Sin el encanto típico de todas las ciudades y pueblos del país, la ciudad experimentó un importante aumento demográfico durante la segunda mitad del siglo XX mientras la actividad económica principal se trasladaba del sector industrial al financiero, proceso que se vio completado durante los años ’80 cuando se intentó hacer de Katowice uno de los grandes centros económicos de la Europa del Este. Las pequeñas casas de los centros de las ciudades dejaron paso a las moles de edificios y las estrechas calles a anchas avenidas, y todo esto acabó teniendo como más claro ejemplo gráfico el conocido pabellón multiusos futurista con forma de platillo volante, el Spodek.