Hola a todos de nuevo. Hoy toca contaros el final del Tour of Qinghai Lake y el regreso a casa después de nuestra visita por Asia.
Lo dejamos en el día de descanso, el noveno dia despues de ocho duras jornadas de competición. Os preguntaréis, ¿qué se hace en un día de descanso en una vuelta larga? Pues la verdad que ni yo lo sabia, nunca he tenido día de descanso, era mi primera competición con tantos días seguidos, y he de contaros que si, también toco salir a rodar con la bicicleta; claro esta vez sin horarios dejando que el cuerpo se despierte cuando quiera (no a las 6:30 de la mañana como cada día) y haciendo una hora escasa que más bien sabía a poco, no por lo cansado que estaba sino porque todo lo que veíamos era tan nuevo y diferente que seguiríamos dando vueltas con la bici y haciéndonos fotos.
Los siguientes dias de competicin a priori eran fáciles encuanto a kilómetros y dificultad, pero como nunca existen las famosas etapas de transición entraron en juego los famosos abanicos, siendo nosotros unos de los beneficiados ya que nuestro hombre fuerte en la general -David Belda- pudo ascender hasta tres puestos colocándose noveno, lugar que pudimos mantener hasta Lanzou nuestra última parada antes del regreso a casa.
Aparte de los abanicos los demás días fueron circuitos semiurbanos y volatas en las que haciamos lo que podíamos dejando a nuestro compañero Luis Mas lo mas cerca de meta, pero ni con un 54/11 que montamos de desarrollo heramos capaces de hacer frente a los experimentados equipos Italianos.
El último día, cuando suele ser una etapa para reir, compartir anécdotas en el pelotón y todas esas que ves en el Tour de copas de champan y celebraciones, en China nada de eso, hay carrera y de que manera porque rodamos los 94 kilómetros de la ultima etapa a 51 km/h de media. Terminada la vuelta y llegando al hotel, lo único que quieres es llegar a casa ver a tu familia y descansar en tu cama. Y tras unas 18 horas de viaje y dos aviones recien aterrizados en España lo primero hera comer un buen pincho de tortilla con un buen café jeje.
Resumiendo, China ha sido una pasada, he firmado más autógrafos que en toda mi vida y me he hecho fotos con muchisimos aficionados que nos sorprendieron a todos, he conocido un país y unos paisajes impresionantes todo ello gracias a la bicicleta. Repetiria seguro.
Un saludo y espero que os haya gustado mi experiencia.