Ahora sí. El Tour es el Tour y Joaquím Rodríguez completa con la tercera plaza final un palmarés digno de un gran vueltómano. El salto de calidad que implica contar con un cajón en París automáticamente revierte en el prestigio de un corredor sobre el que algún erudito opinó hace años que no contaba con un físico adecuado para carreras de tres semanas. ‘Purito’ acumula estadísticas de infarto en la materia: tres podios en las últimas tres GT que ha disputado, convirtiéndose además en el segundo ciclista de la historia en conseguirlo tras Herman Van Springel, como apuntaba Ciclismo2005 durante los últimos de la carrera.

Ha habido muchos protagonistas en la batalla del Tour. Mientras el rendimiento de Chris Froome y la debilidad de Alberto Contador acaparaban los titulares, sólo la precocidad de Nairo Quintana conseguía desviar la atención hacia otros frentes con el paso de los días. Pese a la tercera plaza final, la excelente performance de Joaquín Rodriguez ha transcurrido prácticamente desapercibida, al margen de grandes titulares.

Hay dos etapas clave durante estos 21 días. En primer lugar la sexta con final en Montpellier: “La caída fue importante, entre otras cosas porque a consecuencia del golpe por la mañana, en la etapa de Ax-3-Domaines, estaba hinchado y casi un kilo por encima de mi peso”. Mermado física y también mentalmente en Pirineos, el de Katusha necesitaba un golpe de efecto de cara a recuperar la confianza hasta el final de Tour. En el Ventoux ya se reencontró físicamente y por fin moralmente en la decimoséptima. Tras la CRI Joaquim supo que tenía opciones de pódium y no dudó.

Su mánager Ángel Edo aseguraba que “Joaquim tenía muy presente la etapa de Fuente Dé, el objetivo no era otro que el podio, no iba a especular con nada más”. Sorprendiendo a sus detractores el ataque se produjo a 8,5 km de la cima de Le Semnoz. Al amparo de su buena condición física en la última semana se desgastó distanciando a Contador en una maniobra que vale una foto para el recuerdo. Las diferencias con Froome así lo indican: fue de menos a más, sufriendo en Pirineos y en la primera crono, para luego mantener diferencias y recortar en la última semana.

TB

No vamos a descubrir a Purito Rodríguez. El aficionado no especializado lo conocía por aguantar con entereza los ataques de Contador en la Vuelta 2012. El Tour le pone cara entre la opinión pública, entre los que no se paran durante el año a ver ciclismo: “Ya tengo un nombre. Me ha llegado quizás tarde pero he aprendido mucho de los compañeros que he tenido y en realidad me ha llegado en el momento justo”. No se equivoca. A nadie le vino mejor un cambio de aires, nadie como él ha sabido digerir la responsabilidad de liderar una escuadra y compensar esa confianza con resultados. Dos terceros puestos en la Vuelta -2010 y 2012- una segunda plaza en el Giro de Italia 2012 y este tercer puesto en París, todo con Katusha.

En los últimos años Joaquim Rodríguez ha sufrido la crueldad de quien se queda a las puertas de la gloria y ha saboreado también las mieles en escenarios quizá impensables. Eterno espíritu luchador, de carácter cercano y afable, lo merece. “Me tengo que superar”. Apunta a la Vuelta a España.