Sorprendió en su primer Tour. Pocos, por no decir nadie, confiaba en conseguir un rendimiento como el que obtuvo más si cabe cuando entró a última hora en el nueve de la FDJ. Logró la victoria en Porrentruy después de una demostración. A ello sumó el segundo puesto en La Toussuire y el cuarto en Peyragudes para finalizar en décima posición en la clasificación general final. En su debut la prensa y la afición francesa encontró la nueva esperanza de su ciclismo. A sus veintidós años, Thibaut Pinot salió encorsetado con un titular que desde Bernard Hinault pesa como una losa. “El próximo ganador del Tour” titulaban los medios franceses. Una frase que acompañará a Pinot toda su carrera deportiva.

Un año después así ha sido. Según se acercaba la gran salida, los medios acechaban al francés. Sus resultados hacían presagiar una más que correcta aproximación al Tour de Francia. Octavo en la Volta a Catalunya, duodécimo en Romandia, decimocuarto en el Bayern-Rundfahrt y cuarto en el Tour de Suiza. A pesar de no sumar victorias la escalada de resultados no pusieron en duda su preparación.

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Unos objetivos ambiciosos llevaban a una mayor presión mediática. “El objetivo de salida es la general. También pienso en el maillot blanco y en ganar una etapa, la lucha por la general me llevará a esos objetivos. He preparado al Tour al 100% y sé que seguirán con lupa mi actuación. Eso genera más presión y un poco de ansiedad, pero estoy listo para los momentos difíciles, complicados y decisivos” declaraba la joven promesa en una entrevista previa al inicio de Le Grande Boucle en la web de la FDJ.fr.

Poco tardaron en perderse. Los Pirineos, primer contacto con la montaña, pusieron punto final a las expectativas del ciclista galo. Al contrario que le suceden a la mayoría de favoritos que fallan en sus objetivos, los ascensos no fueron su obstáculo. Fue al revés. El descenso de Pailhères se cruzó en su camino. Fue así como afrontó la larga bajada, totalmente cruzado. Recordando viejos miedos, escenas de su época de formación. Un percance provocó que afrontase las bajadas sin seguridad, con miedo; ello le ha llevado a tener más sustos, a ceder tiempo respecto al grupo.

A la meta de Ax 3 Domaines, tras ceder en el descenso, llegó con una pérdida de seis minutos respecto al vencedor. Un duro revés. Con la moral por los suelos la etapa reina de los Pirineos tuvo peor desenlace. Desconectado de carrera entró en la grupeta de los sprinters a más de veinticinco minutos. Dos resultados que acabaron con toda opción para la general.