Siendo De Ronde una de las pruebas que más ha marcado la historia del ciclismo, no podía ser la presente edición menos que las anteriores. Y aunque el simple hecho de ganar en Meerbeke ya signifique pasar a la historia, en 2011 en el Monumento de los adoquines y las colinas se puede, directamente, escribir sobre ella. Ya en 2010 Stijn Devolder desaprovechó una oportunidad única -que tan solo Tommeke y Eric Leman han tenido la oportunidad de lograr- que es la gesta de Fiorenzo Magni al lograr entre 1949 y 1951 ganar consecutivamente la carrera. Sí tendrá la posibilidad el ahora líder de Vacansoleil, junto con el mismo Boonen, de conseguir el récord absoluto de victorias en la carrera. Y es que con tres se encuentran Achiel Buysse, Johan Museeuw y los mencionados Leman y Magni. Lógica mayoría belga que se contrasta en las hasta ahora 66 victorias nacionales -que no locales- en el palmarés de esta grandiosa carrera. Tras los belgas, italianos, neerlandeses, franceses, alemanes, suizos, daneses y británicos, que con los triunfos de Rolf Sorensen (1997) y Tom Simpson (1961) fueron los únicos capaces de dar la victoria a sus respectivos países en tierras flamencas. En cuanto a naciones sin triunfos, entre los posibles candidatos a pasar a la historia como primer vencedor para su país estarán Juan Antonio Flecha (España – podium en 2008), Thor Hushovd e incluso Boasson Hagen (Noruega) o el austrogermano Heinrich Haussler.
Los récords casi imposibles
Algunos, por burocráticos, resultarán imposibles de igualar. Porque ser podium en Flandes disfrutando de banderas diferentes es algo que hasta ahora sólo Andrei Tchmil ha logrado. Que aunque ello lo consiguiera bajo el paraguas de Lotto, en el 95-96 y 98 siendo tercero como ucraniano, y varios años después consiguiendo la victoria con 37 primaveras, ya como belga, consiguiendo aventajar en apenas 4 segundos a un grupo encabezado por Dario Pieri. En esa edición el ahora manager del Team Katusha puso, por ahora, su nombre en otro apartado de la historia de De Ronde al ser el más veterano en conseguir vencer en Meerbeke. El más precoz en haber conseguido De Ronde es Rik van Steenbergen, que con 19 años consiguió el triunfo en tiempos de la segunda Gran Guerra ¿Quién podría batirles? A Tchmil quizás O´Grady e Hincapie. Lo de van Steenbergen es sencillamente imposible.
Los grandes buscando serlo aún más
En la edición pasada dos fueron los grandes protagonistas; Fabian Cancellara y Tom Boonen. El tercero del cajón, aunque a una diferencia más grande de lo que un puesto de otro en el podium representa, fue Philippe Gilbert. El Vervî es el primer corredor de la Valonia con serias aspiraciones de triunfo desde hace mucho tiempo. El único triunfo valón en territorio sagrado flamenco, que tuvo lugar en 1987 gracias a la hazaña de Claude Criquielion el año del atropello a Jesper Skibby, queda ya muy lejos. Gilbert, quizás el clasicómano más completo, Cancellara mediante, sabe que en un momento tan tenso como el actual en Bélgica un triunfo valón en la meta de Meerbeke tendría un valor incalculable para él y para la región belga situada al sur de Bruselas.
Es sabido por todos los aficionados al ciclismo, sobre todo por aquellos que tienen en el mes de abril un mes de plena religión ciclista, que los corredores comprometidos con la historia, los que honran en el presente los logros y actitudes del pasado, son los que más próximos están al Olimpo ciclista. Con los dedos de una mano se podrían contar los candidatos en la actualidad a alcanzar tamaño lugar. Uno de ellos, sin lugar a la duda, es Fabian Cancellara, quien este año tiene la posibilidad de pasar a la historia como el primero en lograr el doblete dos años consecutivos. Un back-to-back hegemónico. Imperial. Una gesta que han podido lograr antes sólo los ganadores de los dos Monumentos de piedras: Heiri Suter en los años 20, Romain Gijssels y Gaston Rebry en los 30, Raymond Impanis y Alfred de Bruyne dos décadas después, y en la historia más moderna Rik van Looy, Roger de Vlaeminck, Peter van Petegem y Tom Boonen. Todos belgas, salvo el primero en lograr el doblete y el último. Suizos los dos. Varios estuvieron cerca, como Rebry -que le faltó en el 35 ganar De Ronde- o Van Looy -quien en su año antes del doblete (62) venció también en el velódromo de Roubaix pero no en Flandes-. Quienes más cerca han estado han sido De Vlaeminck y Boonen, quedándose en Roubaix en la segunda plaza tras vencer por segundo año consecutivo De Ronde. El primero en el 78, en el año del comienzo de la hegemonía moseriana. El segundo en 2006, año de la primera victoria en Roubaix de Cancellara.
Yendo la cosa de mitos, no se puede dejar a un lado a Tom Boonen. Que sea una estrella del presente no quiere decir que no vaya a formar parte del recuerdo eterno del ciclismo. El de Mol es un ciclista que está con su nombre ya escrito con letras de oro en la historia del ciclismo. Un genio con un carácter que le marca dentro y fuera de las carreteras. Un corredor con más de 100 victorias como profesional, entre las que destacan 5 Monumentos, un Campeonato del Mundo, todas las clásicas de piedras salvo la Het Volk (Het Nieuwsblad), otras tantas clásicas de diferente idiosincrasia y rango, etapas en Tour, Vuelta y un sinfín más de triunfos más. Un ídolo en Flandes. Y todavía tiene 30 años. En esta edición, los Monumentos de piedras para él suponen la oportunidad de igualar en número a su antecesor, Johann Museeuw, con seis, y también igualar el récord que comparten el León de Flandes, Leman, Buysse y Magni con tres victorias en De Ronde. Cita imperdible pues la que tiene el belga con la historia. Como los aficionados. Para grabar, revivir y recordar. Esperemos.