Tirando de la inteligencia del veterano y el arrojo del campeón, Arnaud Démare (FDJ) se ha impuesto a la amplia nómina de velocistas en la peligrosa llegada de Bouchs, en la que un ángulo de 90º a falta de 200 metros ha sido decisivo para que el francés pueda hacer una nueva muesca en un revólver cada vez más cargado de triunfos de prestigio. Su primero fue Vattenfall Cyclassics y posteriormente la clasificación general de 4 Jours de Dunkerque, hoy llegó el turno de su primera victoria de etapa en una vuelta World Tour, imponiéndose en el cuarto parcial del Tour de Suisse ciclistas del palmarés de Matthew Goss (Orica – GreenEdge) y Tyler Farrar (Garmin – Sharp).

Tras tres jornadas claves para los ciclistas de la general, hoy se presentaba la primera ocasión para que los sprinters pudieran batirse con una sencilla etapa camino de Bouchs, en la que un par de cotas relativamente alejadas de la meta eran el único escollo para las aspiraciones de los hombres rápidos. Una apática sensación de etapa de transición que tardó solo un par de kilómetros en confirmarse, cuando Jens Voigt (Radioshack – Leopard), Oliver Kaisen (Lotto – Belisol) y Robert Vrečer (Euskaltel – Euskadi) hacían bueno el primer demarraje de la jornada y tomaban rápidamente cuatro minutos de ventaja sobre un pelotón aún anestesiado. No obstante, los perfiles llanos no abundan en la carrera helvética y desde muy pronto Cannondale, Argos-Shimano y FDJ tomaron las primeras plazas del grupo para curarse en salud y evitar que las diferencias del trío de cabeza (ninguno de ellos peligroso para la general) se desmadraran.

Tres hombres en cabeza contra toda la fuerza de las escuadras de la máxima categoría, inmersos en un cerco estrecho y fuertemente vigilado con 170 kilómetros prácticamente llanos por delante apuntan a neutralización sencilla en el momento y el lugar donde voraz pelotón decida. Una ecuación infalible si ninguno de los miembros de la escapada se llama Jens Voigt. Tras tres horas de anodino rodar, el infatigable teutón decidió iniciar su particular pulso con el pelotón en la corta pero empinada subida a Rengg, cobrándose su primera víctima (Kaisen) e iniciando un duelo que duraría hasta los últimos metros. Valiéndose de un Vrečer que por primera vez dejo destellos del potencial que los puntos UCI hacían presumir de él, mantuvieron por encima de los dos minutos al grupo hasta los últimos 20 kilómetros, momento en el que Omega Pharma-Quick Step entró a dar el último relevo a los equipos que habían estado controlando la carrera desde el comienzo.

Démare, radiante tras vencer en Buochs / Foto: http://www.rts.ch/

El arreón belga redujo en ampliamente la renta en apenas instantes y parecía dejar vista para sentencia la aventura del dúo germano-esloveno. Pero sus gregarios perdían fuelle mientras Voigt continuaba con su rodar tosco luchando por un imposible y asfixiando por el camino a Vrečer, quien ya apenas pudo darle un relevo hasta que quedó tirado como una colilla ante el último golpe de pedal que reservaba el abuelo del pelotón. Todo pundonor, fuerza y rabia, pero para entonces la renta era demasiado exigua y fue absorbido con poco más de dos kilómetros por delante, en cualquier caso mucho más tarde de lo nadie salvo él podía haberse esperado. Precisamente en el mismo momento en el que Sky y Orica-GreenEdge tomaban el mando del grupo de cara al rush final con tres de los grandes favoritos -Peter Sagan (Cannondale), John Degenkolb (Argos – Shimano) y Alexander Kristoff- (Katusha) a rueda.

Pero ninguno de los tres iban a ser protagonistas al final. Apoyado por William Bonnet (FDJ), Démare era llevado de manera soberbia a rueda de Goss, al mismo tiempo de Farrar se las arreglaba para situarse en los primeros puestos. Quedaban 300 metros, pero el punto culminante de la llegada aún estaba por llegar. Y tanto Démare como Farrar lo sabían. Haciendo una alarde de fortaleza, técnica pero sobre todo de valentía, ambo se lanzaron por el interior para tomar en primera posición la peligroso curva final, que dejaba franco el final a quien supiera anticiparse. El francés se colaba limpiamente al tiempo que Goss reaccionaba rápidamente a su rueda, mientras los demás quedaban al margen tras un roce entre el estadounidense y Daryl Impey (Orica – GreenEdge). Sin embargo, el vencedor de Milano-Sanremo ’11 había perdía ya demasiados metros y, pese a realizar un sprint de quilates, no tuvo tiempo de remontar al ciclista de Beauvais, que de este modo alzaba los brazos por sexta vez este año.

Clasificación de la etapa:

Clasificación general: