Arthur Vichot (FDJ) ha conseguido el título de nuevo campeón de Francia en ruta gracias a toda una demostración de fuerza, inteligencia y aprovechamiento de la superioridad numérica de su equipo frente al aislamiento en carrera de Sylvain Chavanel (Omega Pharma – Quick Step) y Tony Gallopin (Radioshack – Leopard), sus acompañantes finales en el podio. Un resultado justo que sin duda premia a quienes han sido los más fuertes de la carrera.
El triunfo de Vichot se ha comenzado a gestar desde muy lejos. De hecho, formó parte desde el inicio de la fuga del día, un grupo de 11 ciclistas que incluía a su compañero William Bonnet, Jimmy Engoulvent, Jean-Lou Paiani, y Maxime Médérel (Sojasun), Angelo Tulik y Sébastien Chavanel (Europcar), Steve Chainel (AG2R La Mondiale), Stéphane Pouilhès (Cofidis), Renaud Dion (Bretagne – Séché Environnement) y Alexandre Blain (Raleigh). Dicha escapada ha ido sumando ventaja sobre el pelotón hasta el punto de llegar a los 10 minutos en el ecuador de la carrera.
En vista de la peligrosidad que un grupo así podía presentar, AG2R La Mondiale y Big Mat Auber fueron los primeros equipos en responsabilizarse de la caza por detrás. En apenas una vuelta al circuito, de las 13 en total, la ventaja había disminuido en más de dos minutos. A partir de ese momento, continuaría disminuyendo, ya de forma más lenta, pero constante. A 50 kilómetros del final ya les quedaban solamente un par de minutos de margen.
Es en ese punto donde se empezó a mover verdaderamente la carrera desde atrás. En el antepenúltimo paso por el tramo de tierra del circuito, a tres vueltas del final, se conformó en la persecución un grupo selecto de unas 30 unidades incluyendo a todos los grandes favoritos, con superioridad numérica del FDJ. Un ataque de Sébastien Turgot (Europcar) reactivaba el ritmo aún más cuando faltaba poco para llegar a la tierra de nuevo. Momento en que Vichot demostró que era el más fuerte de los de delante, marchándose en solitario.
En el grupo perseguidor, Sylvain Chavanel hacía una tremenda y sostenida aceleración que desgranó definitivamente la formación del mismo, quedando apenas una quincena de hombres. Con la inestimable ayuda de su único compañero de equipo, Jérôme Pineau, las distancias a los descolgados se confirmaron y la superioridad numérica de otros equipos comenzaba a ser menos significativa frente a un Chavanel que aparentaba ser el más fuerte.
Uno a uno, los escapados iban siendo absorbidos y, cuando Chavanel volvió a lanzar otro potente ataque ya a falta de una sola vuelta, solamente Vichot, muy fuerte aún, quedaba por delante. Chavanel le alcanzaba y únicamente Tony Gallopin conseguía acercarse a ellos. El de Omega Pharma, consciente de que Vichot no iba a colaborar con él -FDJ aún tenía varios representantes en el primer grupo perseguidor- decidió, con buen criterio, esperar al de Radioshack. Con sus relevos conjuntos, rápidamente abrieron un hueco por encima del medio minuto.
El propio Vichot comenzó a entrar a los relevos en vista de que por detrás a sus compañeros ya no les quedaban fuerzas para perseguir. El podio ya era claro para los tres, y sólo quedaba esperar a la resolución definitiva. El de FDJ parecía en desventaja por su presumible desgaste desde el inicio de la carrera. Sin embargo, la vigilancia entre los otros dos le dio un puñado de metros casi sin querer. Chavanel, tirando de sangre fría, dejó el peso de la caza en un Gallopin que reaccionó tarde y se vació en el intento. Cuando Sylvain se dio cuenta y quiso salir de su rueda en busca de Vichot, éste ya rodaba demasiado cerca de la meta. Arthur Vichot se había coronado como nuevo campeón de Francia.