A falta de lo que ocurra mañana en Marilleva, el jugoso aperitivo que en casi todos los casos suponen los campeonatos contrarreloj respecto a la lucha en línea está ya comido y listo para ser digerido con un pequeño resumen que englobe a los principales portadores del maillot nacional en la lucha individual que han renovado su derecho por un año y aquellos que siente por primera vez la sensación de vestirse con la bandera. Este fue el caso de Jonathan Castroviejo, a quien su creciente madurez le ha permitido finalmente superar y hacer claudicar el reinado del murciano Luis León Sánchez (cuatro veces ganador) en el difícil circuito de Bembibre.
No obstante, lo ocurrido en el Bierzo es solo una muestra ínfima de lo acaecida en las carreteras no solo europeas, sino también globales en una semana en la que la mayoría de las federaciones deciden repartir sus maillots distintivos. Sin embargo, la española se trata de una de las pruebas más interesantes entre todas debido al cambio de propietario de la magna prenda y a la bicefalia que presentó antes y durante la competición entre ambos, ya que en la mayoría de los países del ‘viejo ciclismo’ el vencedor de 2012 ha llevado su dominio hasta este año. Sylvain Chavanel, Fabian Cancellara y Tony Martin en Francia, Suiza y Alemania son los ejemplos más evidentes de resultados prácticamente escritos de antemano, dominando con facilidad una pruebas quebradas que han acentuado su poderío pese a encontrarse de rivales de cierta entidad como Jérémy Roy, Martin Elmiger, Patrick Gretsch o Stefan Schumacher.
No son los únicos que han revalidado título en la parte occidental del viejo continente. De hecho, si alguna tónica se repite a lo largo en cada una de las carreras es la casi total ausencia de ciclistas que se estrenen en el palmarés de sus respectivas competiciones. Rui Costa regresó tras dos años de ausencia a Portugal a recuperar maillot que dejó vacante en ciclistas de menor categoría, sin dar opción alguno a la numerosa nómina de ciclistas continentales lusos encabezada por Andre Gonçalves. Lieuwe Westra también logró dos segundo título en el campeonato más competido de todos, en la que un fortísimo Niki Terpstra le puso contra las cuerdas hasta el final, perdiendo solo cuatro segundos. Lo propio hicieron Jan Bárta, Peter Velits, Konstantin Siutsou y Bob Jungels en su Chequia, Eslovaquia, Bielorrusia y Luxemburgo natales, aunque sin oposición alguna contra unos participantes prácticamente amateurs, si exceptuamos a Laurent Didier y Ben Gastauer en el Ducado y Branislau Samoilau en la antigua república soviética.
Pero la lista de apuestas seguras que cumplieron su cometido no acaba aquí, ni mucho menos. Otros muchos se alzaron con una esperada victoria que les vestía no por segunda, sino por tercera vez con el maillot nacional. Alex Dowsett aprovechó las ausencias de prácticamente el Sky en pleno por tercera temporada consecutiva para superar con más apuros de los esperados al desconocido Matt Bottrill y Ben Swift, del mismo modo que Gatis Smukulis, Tanel Kangert y Maciej Bodnar también conseguían el triplete al superar en sus duelos particulares a Aleksejs Saramotins, Rein Taaramäe y Michał Kwiatkowski, respectivamente en Letonia, Estonia y Polonia.
Mucho más amplio es el palmarés que queda tras esta semana en el caso de Edvald Boasson Hagen (sexto galardón), Andrey Mizourov (quinto) e Ignatas Konovalovas (idem), que superaron con solvencia en los nacionales noruego, kazajo y lituano a Thor Hushovd, Aleksandr Dyachenko y Gediminas Bagdonas; así como de Gustav Erik Larsson (ganador también por sexta vez de la casaca de campeón sueca), quien arrasó con un tiempazo tremendo a hombres de la calidad de Tobias Ludvigsson y Thomas Löfkvist.
No obstante, también hubo un pequeño margen para algunos outsiders que aprovecharon un mal día de algunos rivales y la ausencia de otros tantos (sin olvidar su gran actuación) para llevarse de forma un poco inesperada el derecho a portar los colores patrios durante el próximo año, en lo que a las pruebas contra el reloj se refiere. La victoria más sorprendente corresponde sin duda a Curtis Dearden, que aprovechando las ausencias de Hesjedal o Tuft (guardando armas para el Tour), fue capaz de superar a Christian Meier en la cita canadiense y convirtiéndose en el cuarto canadiense que consigue el maillot en 17 ediciones. Lo mismo que a Meier le sucedió a Andriy Grivko y a Vladimir Gusev en Ucrania y Rusia, donde Andriy Vasylyuk y el prometedor Ilnur Zakarin les robaron la ocasión de convertirse en hexacampeones de la modalidad. Quien ya sabía lo que era ganar esta carrera, pero del que no se esperaba un reedición era de Brian Vandborg, quien sin Fuglsang o Bak también se subió a lo más alto del podio en un campeonato danés vibrante, superando por apenas seis segundos a Rasmus Quaade.
El cuadro de honor de la semana lo completan algunos campeones humildes, que impusieron su calidad en pruebas de poca tradición como la japoesa (Masatoshi Oba), beliceña (Edgar Arana), serbia (Esad Hasanović), turca (Bekir Baki), azerbaiyana (Elchin Asadov), húngara (Gábor Fejes), irlandesa (Michael Hutchinson), marroquí (Soufiane Haddi) y griega (Ioannis Tamouridis).