La tremenda victoria conseguida el pasado viernes camino de La Punt apuntaba a un Rui Costa (Movistar Team) pletórico de confianza y fortaleza, que solo nos ha hecho esperar dos días para confirmar las sensaciones dejadas en la etapa reina de 77ª edición del Tour de Suisse, que fue a parar de nuevo a sus manos gracias a una actuación brillante en la cronoescalada al Flumserberg, que a su vez le sirvió para conseguir su segunda victoria parcial en la ronda helvética. El portugués se valió de referencias dejadas por sus compañeros José Herrada y Andrey Amador, para regular sus fuerzas en todo momento en base a sobrellevar un buen ritmo con una cadencia constante, que únicamente perdió en las zonas más duras del coloso alpino, que bien pudieron costarle un pequeño disgusto ante las grandes ascensiones de Tanel Kangert (Astana) y Bauke Mollema (Blanco Cycling), que les valieron para finalizar segundo y tercero del día de hoy.
Un domingo de cierre de carrera que presentaba una etapa peculiar, con una contrarreloj mixta de 26 kilómetros que, aunque es relativamente habitual en la carrera suiza, no es una estructura de etapa que se vea habitualmente en el calendario internacional. No obstante, la dureza del puerto final (9 kms al 9%) decantaba claramente la balanza a los escaladores y hombres fuertes en general por encima de rodadores y especialistas en la lucha individual. Un recorrido partido en dos sectores tan opuestos entre sí que daba lugar, durante los primeros compases de competición, a la desaparición y aparición constante de corredores en las clasificaciones intermedias que lo habían hecho de manera excelente el tramo plano con la ‘cabra‘ y que simplemente se desvanecían subiendo con la bicicleta convencional, o viceversa. David Millar (Garmin – Sharp) y Reto Hollestein (IAM Cycling) fueron dos ejemplos perfectos del antagonismo que se veían en los parciales, en la que dominaron los hombres del Katusha Team -con Alexander Kristoff y Gatis Smukulis- hasta la irrupción de Andreas Klöden (Radioshack – Leopard), que con su 54:36 firmaba el primer tiempo a tener realmente en cuenta.
El alemán fue el último entre los líderes provisionales en mantenerse en esa posición de privilegio durante u tiempo, ya que con la llegada de hombres cada vez más fuertes los tiempos se fueron mejorando casi de corredor en corredor. Primero fueron Herrada, Jérémy Roy (FDJ) y Peter Sagan (Cannondale), quienes en cuestión de tres minutos bajaron en dos ocasiones la marca de Klödi e hicieron soñar al imaginario popular sobre las posibilidades del eslovaco en las grandes vueltas del futuro. No obstante, al genial ciclista de 23 años aún le queda mucho camino por recorrer para llegar a ser competitivo, no solo con grandes capos, sino con buenos escaladores como Arnold Jeannesson (FDJ) y Ion Izagirre (Euskaltel – Euskadi) que no tardaron en hacer palidecer su registro. Sobre todo en el caso del vasco, quien rebajó casi medio minuto la marca de su predecesor francés gracias a una primera parte de ascensión rapidísima, en la que arrasó con los mejores registros hasta el momento.
Sin embargo, el de Ormaiztegui había perdido demasiado tiempo en el llano, lo que no tardó en ser aprovechado por Amador, que con 18 corredores aún en competición establecía el primer tiempo que realmente podía aspirar a luchar por la victoria: 52:39. A diferencia de la mayoría, el costerricense se había valido de una primera parte de crono fugaz para mantener su renta en la zona más dura respecto a sus rivales. Y en ese buen resultado fue en el que se cimentaron las esperanzas de Tejay van Garderen (BMC Racing), que realizaba una salida fulgurante en la que únicamente Costa era capaz de seguir vagamente su estela. Las rentas por encima de la veintena de segundos en apenas 16 kilómetros hacían pensar en una posible remontada del estadounidense, pero pronto la carretera dejó claro que había que medir muy bien los esfuerzos para ganar en Heidiland. Mientras éste se retorcía cada vez más en las rampas y se hundía en la mediocridad, un desaparecido hasta entonces en carrera Tanel Kangert (Astana) guardó sus cartuchos para una subida en la que, en apenas la mitad de la ascensión, ya endosaba medio minuto a protagonistas como Roman Kreuziger (Saxo Bank – Tinkoff), Thibout Pinot (FDJ) o Mollema. Como no podía ser de otra manera, tomaba el primer puesto en la cima a la espera de los grandes gallos de la general.
Con un Van Garderen destrozado por la montaña suiza, era en Mollema, Pinot, Kreuziger, Mathias Frank (BMC Racing) y sobre todo Rui Costa en quienes recaía la responsabilidad de apartar al estonio de la primera plaza. Y salvo en el caso del líder local (hundido de principio a fin), todos estuvieron al nivel que se les esperaba. Las rampas de los últimos kilómetros sacaron de ellos las fuerzas que les habían llevado a las primera plazas en la general y, tras unas referencias anteriores nada llamativas, que hacían pensar incluso en la entrada de Kangert en el top-3 de la general, remontaron el suficiente tiempo para colocarse en unas más que meritorias 2ª, 5ª y 6ª posición provisional de la etapa y dejar al estonio sin su gran puesto global. Provisional. Y es que Costa sí supo mantener un ritmo constante de principio a fin, sin fisura alguna y con la energía suficiente para llegar entero a las últimas rampas del durísimo Flumserberg. En la pancarta del último kilómetro, ya tenía todo en su mano. El ciclista de Movistar iba camino de conseguir su segundo triunfo consecutivo en una de las vueltas más importantes de la temporada, siendo el hombre más fuerte sin ninguna discusión, dominando la carrera a su antojo y estableciéndose, con todos los honores, como uno de los ciclistas más importantes de la actualidad.
Clasificación de la etapa:
Clasificación general final: