La segunda etapa del Critérium du Dauphiné empezaba, y vayamos acostumbrándonos, muy pronto, al punto de las diez de la mañana. Por delante la etapa más larga de la prueba, 191km que les llevarían a Oyonnax tras superar el recorrido quebrado típico de la carrera del Delfinado. El guión que iba a seguir la etapa en sus primeros instantes era el esperado y tras una veintena de kilómetros se formaba la fuga de la jornada con Arnaud Gérard (Bretagne – Séché Environnement), Rudy Molard (Cofidis) y Thomas Damuseau (Argos – Shimano), que por segundo día consecutivo se veía en la escapada, además de José Mendes (NetApp – Endura), quien se unía al trío cabecero cuando se cumplía la primera hora de carrera.
El pelotón controlaba mientras por delante Thomas Damuseau conseguía los puntos necesarios para ganar vestir el maillot rojo de lunares blancos de líder de la montaña por derecho propio. Se llegaba al último tercio de la etapa con los escapados a cuatro minutos y Europcar comandando sin problema el grupo cuando se conocía el abandono de Jelle Vanendert, jefe de filas de Lotto – Belisol. La carrera avanzaba sin nada destacable hasta que a falta de 40km entraba en escena OmegaPharma – QuickStep a bloque, y es que tras ver cómo ayer David Veilleux acababa con las aspiraciones de Meersman no quería dejar pasar esta segunda oportunidad. La fuga estaba vista para sentencia a pesar del intento de Molard por alargar una aventura que concluía a 15km de meta.
Era hora para el Col du Sentier y sus 2,7km al 7,6% que deberían servir para separar el grano de la paja y limpiar el pelotón de sprinters. Un reguero de corredores quedaba descolgado mientras varios hombres lanzaban su tentativa, aunque únicamente Rein Taaramäe era capaz de resistir el aguante de un pelotón en el que el azul, negro y blanco de OPQS se desdibujaba. La ventaja del estonio alcanzaba los 15″, pero tras la llegada de Chavanel caía en picado hasta que a 2km le daban caza coincidiendo con la aparición de la Cannondale, síntoma de que Viviani estaba en el grupo.
Trenos reducidos y opciones para muchos hombres, pero al final la victoria era para Elia Viviani, el único velocista puro que se encontraba en disposición de luchar por la etapa, que se imponía con autoridad por delante de Gianni Meersman, Tony Gallopin y Reinardt Janse van Rensburg, quien tras unos meses desaparecido parece que puede empezar a demostrar todo aquello que apuntó el año pasado. La general sigue sin cambios y David Veilleux disfrutará del maillot amarillo un día más.