Magnífico trabajo el de Lotto – Belisol, tan obvio y lógico como certero, que ha dejado en bandeja al máximo favorito, André Greipel, la victoria en la Ronde van Zeeland Seaports. Teniendo al favorito número uno, a uno de los mejores velocistas del mundo, ahorrarse trabajo en una carrera de casi 200 kilómetros era fundamental. Con un resultado al sprint como forma habitual de resolverse la carrera neerlandesa, los de Marc Sergeant lo lograron al meter a Jens Debusschere en la fuga, liberando al resto de sus compañeros de un trabajo que sí tendrían que hacer los corredores de Blanco, Argos – Shimano o Vacansoleil – DCM.

La fuga, temprana y sencilla, formada casi nada más salir, la formaron, junto a Debusschere, Kenneth Van Bilsen (Topsport Vlaanderen – Baloise), Loïc Desriac (Roubaix Lille Métropole), Robert De Greef y Sjors Roosen (CT Jo Piels) y Maarten Van Trijp (Rabobank Development Team), conformando así un sexteto de valientes que tendrían por delante casi 200 kilómetros hasta meta. El peso de la caza quedaba en manos de Vacansoleil – DCM y Blanco. Más tarde entraría también a colaborar el otro equipo World Tour local, Argos – Shimano.

Alcanzarían cinco minutos de ventaja volviendo al mar pasando por Breskens. La colaboración en cabeza de carrera siempre era buena, salvo cuando pasaban sobre tramos más complicados de pavé. En el grupo tanto Blanco como Argos – Shimano, sin nadie en el fuga y con Lotto – Belisol cómodamente teniendo a Debusschere delante, colaboraban y reducían la diferencia de los escapados. En uno de los pasos por Terneuzen, lugar de inicio y final de la carrera, la ventaja caía ya a menos de 3 minutos y la carrera, en su sexto año de existencia, se encaminaba a otra llegada masiva. Solo una vez, en 2012, el ganador final o no era un velocista puro o éste, Reinardt Janse van Rensburg, o consiguió vencer evitando la llegada en grupo.

Saliendo de la localidad de Zelanda la colaboración de los equipos World Tour de los Países Bajos, con Kenny van Hummel, Theo Bos y Tom Veelers como supuestos líderes claros, la ventaja seguía bajando. El grupo de cabeza se rompía mientras se daban cuenta de que sus posibilidades tendían a cero. Cuestión que se haría realidad a menos de 10 kilómetros para meta, cuando el grupo consumía la vida útil de la fuga. La llegada sería una nueva exhibición de André Greipel, que conseguía con esta su novena victoria del año por una diferencia mayor a una bicicleta sobre Ramon Sinkeldam, punta de lanza de ARS al final en vez de Veelers, y Kenny van Hummel.

Greipel Down Under