Una vez los veteranos participantes en el Mundial máster has dejado atrás las penurias del frío, el agua y la fatiga, ha llegado el momento de que, como en la propia vida los jóvenes tomen su testigo. Tras varios días de duro entrenamiento sobre el rodillo, de sufrir las inclemencias de un tiempo cambiante y la incertidumbre previa a la competición, llega para ellos la hora de la verdad. Durante la tarde europea de mañana se dará la salida de forma oficial a los Campeonatos del Mundo de ciclocross con la disputa de las dos carreras de formación masculina que vienen formando parte del cartel del gran torneo del barro internacional desde hace más de una década como antesala perfecta a la prueba absoluta del domingo: la categoría junior, para corredores nacidos en 1995 y 1996; y la categoría sub23, en la que participarán aquellos ciclistas venidos al mundo entre 1991 y 1994.

Junior

Mucho ha llovido desde aquel 18 de febrero de 1979 en el que José Iñaki Vijandi estrenara el palmarés de unos novedosos campeonatos mundiales de la categoría en Villafranca de Ordizia. Desde entonces, se ha celebrado un total de 34 carreras que han dado lugar a 34 arcoiris diferentes de hasta once naciones distintas, lo que habitualmente la sitúa como la cita más abierta e impredecible del programa al enfrentar en muchos casos a ciclistas que solo se ven las caras esa jornada durante toda la temporada. Sin embargo, en esta ocasión hay un chico entre los 36 crossers inscritos que llega con una aureola de imbatibilidad que, salvo mayúscula sorpresa, le va a conducir a ser el primer individuo en conseguir dos coronas universales a la tierna edad de 17 años.

Tras el triunfo obtenido en arenal de Koksijde, pese a los problemas estomacales que marcaron su rendimiento, sobre los mañana ausentes Wout van Aert y Quentin Jauregui y un temporada impecable, Mathieu van der Poel se presenta como el rey indiscutible de la imberbe y macilenta parrilla en la que únicamente belgas y anfitriones estadounidenses completan el cupo máximo de cinco ciclistas permitido a cada federación. Como decíamos en la presentación del histórico momento que se está viviendo en Louisville, los elevados costes de un vuelo transoceánico han provocado que muchos de los países hayan decidido acudir con el mínimo indispensable, o incluso no ser de la partida, como España. Ni siquiera el incontestable campeón nacional Felipe Orts ha recibido la luz verde para cruzar el charco y tratar de mejorar el trigesimosegundo puesto de su paisano José Manuel Ribera la pasada campaña. Habrá que esperar a otro año para buscar sucesor al ciclista de Ortuella.

Favoritos

  • Mathieu van der Poel (Países Bajos): pedimos a la RAE por favor que se saque de la manga un par de adjetivos nuevos para definir la temporada del hijo del mítico Adri van der Poel, que ganado todas las carreras en las que ha participado en la temporada llegando en solitario, en algunas ocasiones con diferencias sonrojantes cercanas a los tres minutos respecto al segundo, que aún lo son más si tenemos en cuenta los 40 minutos de duración de las pruebas junior. Si no es víctima de algún problema mecánico o caída, revalidará el título.
  • Logan Owen (Estados Unidos): el reciente campeón estadounidense ha obtenido buenos puestos en todas sus visitas al viejo continente, donde nunca ha bajado del quinto puesto y se ha mostrado especialmente brillante en circuitos llanos y técnicos, similares a los típicos circuitos americanos que tan bien conoce. Con la enorme motivación que supone competir en casa, aparece como uno de los grandes favoritos al podio.
  • Gioele Bertolini (Italia): aunque sus salidas al extranjero para competir con los hombres fuertes de la categoría se cuentan con los dedos de una mano, siempre ha rendido a un gran nivel que ha ido mejorando progresivamente, desde el sexto puesto en el europeo hasta el podio cosechado en Hoogerheide en un trazado nevado que puede encontrarse en condiciones similares en Louisville si el último vuelco de la predicción meteorológica esta vez resulta fiable. Salvo mayúscula sorpresa, es la única opción transalpina de regresar con presea a casa.
  • Quinten Hermans (Bélgica): cuarto el año pasado en Koksijde, en su primer año de la categoría, al corredor de Tessenderlo le ha tocado jugar el papel de Poulidor ante el abrumador dominio de Van der Poel. Habitual miebro de la segunda plaza del podio allá donde competía, se ha reservado desde los nacionales para llegar en las mejores condiciones e intentar hacer la machada, algo que se antoja complicado y más aún en el Eva Bandman Park.
  • Martijn Budding (Países Bajos): la segunda espada de Martin Lammerts resulta especialmente peligrosa al tratarse de un crosser muy regular que compite bien en cualquier condición y que llega en un gran punto de forma como bien demostró en Hoogerheide y Roma, las dos últimas citas de la Copa del Mundo, donde obtuvo sus resultados más destacados de la campaña.

Aunque la victoria resulta una quimera, el podio aún resulta un sueño alcanzable para el resto de una legión belga encabezada por Nicolas Cleppe y por el también hijísimo de Wilfred Peeters, Yannick, quien tras arrasar en la categoría cadete belga tiene en este Mundial como principal objetivo el aprendizaje de cara a Hoogerheide 2014. Un cajón que también puede situarse al alcance de algunos de los reciente campeones nacionales que han cruzado el charco como el francés Clément Russo, el suizo Dominic Grab o el checo de primer año Adam Toupalik. Aunque con menores expectativas, hay que tener en cuenta a Karel Pokorny, Marco König, Ben Boets e incluso al local Curtis White de cara a poder conseguir un buen resultado.

La apuesta de Cobbles & Hills: Mathieu van der Poel (Países Bajos)

Sub23

Irónicamente, la prueba intermedia del programa de los Mundiales es mucho más joven que la de categoría juvenil pese a disputarse con ciclistas de mayor edad. Desde que el a la postre campeón olímpico de mountain bike Miguel Martínez se hiciera con el galardón en 1996, todos los campeones que ha habido desde entonces (a excepción de Thijs Verhagen y a expensas de como se desarrolle el futuro de Arnoud Jouffroy o incluso Lars van der Haar) han tenido una exitosa carrera en el mundo de las ruedas anchas. Con los corredores en estado de formación como deportista avanzado y claramente especializados en la disciplina, la categoría resulta en el escaparate ideal para contemplar a quienes serán los campeones del mañana a nivel absoluto.

Pero al igual que ocurre en juveniles, este no parece ser el año en el que se cumplan las habituales circunstancias de la carrera, ya que mientras otras temporadas lo habitual es que la lucha por la victoria esté circunscrita a una selecta élite de corredores, en esta ocasión el abanico de aspirantes se despliega casi indefinidamente. De los 42 ciclistas de 13 países diferentes que tomarán la salida mañana a las 20:30 (hora española), no sorprendería en absoluto ver a una docena de corredores diferentes alzando las manos hacia el cielo de Kentucky. Entre ellos se encuentran la inmensa mayoría de belgas y neerlandeses, que son los únicos que completan su cupo máximo de seis ciclistas por selección junto con los americanos, aunque éstos solo disponen de cinco al estar el país por debajo del quinto puesto en el ránking mundial sub23. Una larga lista que tras franceses, checos, suizos o italianos esconde al bilbaíno Jonathan Lastra, que de la mano de su equipo (Grupo Hirumet) ha podido viajar hasta Louisville para defender el honor nacional en la categoría y tratar de mejorar su actuación en Koksijde, donde finalizó en 37º, doblado por Van der Haar y Wietse Bosmans, quienes se jugaron tras 50 minutos de lucha la victoria al sprint, reservando el bronce para Michiel van der Heijden.

Favoritos

  • Mike Teunissen (Países Bajos): sus 198 centímetros de fuerza bruta rubia llegan a Louisville dispuestos a lograr un doblete europeo y mundial que impulsarían su temporada a lo más alto de su categoría pese a la irregularidad mostrada a lo largo de la misma. Cabe decir, sin embargo, que las últimas informaciones sobre la nieve que espera durante el día de mañana ven reducidas sus opciones en un circuito que, de haber permanecido seco, hubiera estado hecho a su medida.
  • Wietse Bosmans (Bélgica): ha llegado su momento. El ciclista de Brasschaat ha quemado pacientemente etapas a lo largo de su trayectoria beloften para cerrar el camino con un solo objetivo en mente: el arcoíris. Si hay un solo corredor que se ha mostrado superior en algún punto de la campaña, ese ha sido el pupilo de Roodhooft y la sombra de Albert, quien se ha llevado con solvencia la Copa del Mundo tras llevarse tres de las seis pruebas y que, además, ha podido encontrar en el mal tiempo el aliado que le faltaba para despedirse de la categoría con un sabor de boca inmejorable.
  • Wout van Aert (Bélgica): otros, sin embargo, buscan alcanzar la gloria directamente sin haber sentido la resignación de la derrota continua. Ese es el caso de Van Aert, quien pese a encontrarse en su año rookie ha sorprendido a propios y extraños con un nivel extraordinario que le alza con el provisional liderato del Superprestigio. Liberado al fin del yugo de Van der Poel, tiene ante sí la posibilidad de ser el primer ciclista de 18 años en alzarse con un título espoir.
  • Corné van Kessel (Países Bajos): en su último año como beloften antes de dar el salto a la categoría elita ha demostrado una gran regularidad toda la temporada siendo tan raro verle fuera del Top10 como ganando algo que tan solo ha podido conseguir a partir del Christmas Madness en dos escenarios durísimos como fueron Essen y Loenhout. Plata en los Campeonatos Europeos y en el Nacional, un circuito pesado le hará subir enteros.
  • Julian Alaphillippe (Francia): la gran esperanza de habla no neerlandesa. El nuevo ciclista del Leopard-Trek continental quiere despedirse de la temporada invernal dejando con la miel en los labios y gesto de resignación a oranjes y belgas en su última carrera de la temporada. Argumentos para ello no le faltan, con su victoria en Roma y el tercer puesto en Hoogerheide, las dos últimas citas que además se corresponden con el tipo de circuito que, nieve o no nieve, se encontrará mañana en Louisville.

En esta batalla que viviremos entre flamencos y neerlandeses los outsiders no son sino flamencos y neerlandeses los outsiders dispuestos a dar la sorpresa. Todo aquel que vista un maillot celeste con la bandera belga será candidato al podio, como también lo serán David van der Poel, Clément Venturini y Zach McDonald. El resto de neerlandeses parecen algo por debajo de los belgas, pero no habrá que olvidar a hombres como Emiel Dolfsma, Tijmen Eising y Michiel van der Heijden que probablemente llegue un punto por debajo de los grandes favoritos por su compaginación de BTT y CX. Entre el resto de europeos habrá que tener un ojo puesto sobre los checos si la carrera es sobre nieve y, por último, sobre el danés Kenneth Hansen y el alemán Yannick Eckmann, quien sigue su formación en Estados Unidos, donde ya ha conseguido buenos puestos en pruebas élite.

La apuesta de Cobbles & Hills: Wietse Bosmans (Bélgica)