Esa es la filosofía, la mentalidad que está instalada en el equipo de Bruno Reverberi desde hace un par de temporadas. A diferencia de otras escuadras profesionales donde la juventud se mezcla con la veteranía al igual que el producto nacional se cruza con el extranjero, en el Bardiani CSF-Inox –heredero del Colnago CSF-Inox- la apuesta es clara, el joven talento nacional. En las dos temporadas pasadas un total de quince corredores pasaron de la categoría dilettanti convirtiendo a la escuadra de Reverberi en la que más oportunidades ofrece a la cantera del pelotón internacional.

En la próxima campaña el modelo no cambia. Confirmada la plantilla seis caras nuevas llegan al equipo que en esta ocasión cambiará sus colores blanquiazules por el verde. De estos seis, cinco corredores son neoprofesionales; tan sólo Filippo Fortin tiene experiencia en el campo profesional después de una temporada defendiendo los intereses del Team Type 1. El talento es la nota predominante entre unos perfiles de corredores totalmente dispares. Desde los escaladores como Edoardo Zardini y Donato De Iseo, a dos hombres todoterreno con una gran capacidad para rematar la victoria como Francesco Manuel Bongiorno y Enrico Barbin, o a un velocista como Nicola Boem, stagiaire en el final de temporada.

El punto de partida para la mayoría de ellos no es fácil. Las notables bajas de Domenico Pozzovivo y Gianluca Brambrilla –ambos al World Tour- dejan un vacío en el liderazgo del equipo. A corto plazo su sustitución se antoja complicada, pero la base para que ese trasvase se convierta en realidad está ahí. Todos ellos llegan con notables actuaciones en su última campaña dilettanti. Zardini ha sumado veintiséis puestos entre los diez primeros -incluidas tres victorias- destacando la victoria final en el Giro delle Valle Cuneesi, el tercer puesto en la general del Friuli Venezia o el sexto en el GiroBio. Bongiorno, además de ser campeón nacional sub23, sumó otras cinco victorias teniendo una presencia destacada en las rondas por etapas, donde sumó sendos terceros puestos en la Toscana y Valle Cuneesi, quinto en Friuli Venezia u octavo en Aosta. Por su parte, De Iseo sumó una victoria siendo séptimo en la general del GiroBio.

El ahora capitán y hombre más veterano de la escuadra, Sacha Modolo, se verá acompañado de un sprinter con proyección como Filippo Fortin y un velocista como Boem, que atesora cuatro triunfos en su última campaña amateur. Lejos de disputar la supremacía de Modolo, buscará sus oportunidades compaginando su labor como uno de los integrantes del treno en los últimos compases de cada etapa.

Barbin, un rematador nato / Foto (c) Giessegi

Barbin, un rematador nato / Foto (c) Giessegi

Y todavía resta la joya de la corona. Enrico Barbin es el nombre con más talento que pasa Reverberi. Facilidad pasmosa para pasar la media montaña y una capacidad como pocos para remachar con triunfo. Su llegada inspira mayor confianza que la que realizó su ahora compañero y tocayo Battaglin. Barbin ha sido uno de los claros dominadores de la categoría dilettanti. Siete triunfos, treinta puestos entre los diez primeros. Ganador, entre otras, de la Piccola San Remo o el Gran Premio della Liberazione. Si su evolución no se frena antes de hora, está encaminado a ser uno de los grandes nombres de las próximas campañas.

La decisión de los Reverberi camina hacia su tercera campaña, que, aun sin un líder notable como tenían en Pozzovivo, se presenta como la más ilusionante de todas. La llegada de una nueva ola de talento nacional hace que las aspiraciones crezcan para un equipo que luchará por destacar en el calendario nacional con las miras puestas en la invitación para la disputa del Giro de Italia.

Vótanos en los Premios 20 Blogs, de 2oMinutos. ¡Es un minuto!