Son muchos los documentales habidos y por haber donde el tiburón es el protagonista de la cinta. En muchos de ellos podemos ver como el gran escualo es acompañado por uno o varios peces pegados a su cuerpo. Las rémoras se aprovechan del tiburón anclándose a su cuerpo; además de usarlo como medio de transporte, se alimentan de los parásitos que encuentran acomodo en el cuerpo del depredador. La simbiosis entre ambas partes es perfecta, uno de aprovecha del otro y viceversa.
Acuñado esta forma de vida al ciclismo, en el Astaná nos encontramos un caso parecido. La llegada de Vincenzo Nibali al conjunto kazajo les ha hecho encontrar el nuevo líder tras la retirada de Alexandre Vinokourov. El Squalo es el santo y seña del nuevo proyecto asiático. A su sombra aparece otro nombre. Acuñando la función de la rémora está Fabio Aru (San Gavino Monreale, 1990). Su fichaje promete. No es para menos. Las demostraciones realizadas en el exigente calendario dilettanti son la carta con las que se presenta en la máxima categoría. Carta de presentación a la que solamente le ha faltado un apunte, competir lejos de las fronteras italianas.
Fichado en 2011, Guiseppe Martinelli prefirió dejar que su formación continuase media temporada en el Palazzago. Así, pasó como stagiaire con Astaná en Agosto de este mismo año; el preludio de los dos años que firmó. La decisión del manager italiano no sólo fue aprovechada por Aru si no que el tiempo declaró ser un total acierto. El triunfo final en la Toscana Terra di Ciclismo marcó el inicio de la senda de la victoria. Las lágrimas por la amarga derrota –rompió el cambio en los metros finales- de la temporada anterior se convirtieron en alegría por auparse al primer puesto ante lo más granado del panorama mundial sub23.
En la principal prueba por etapas de Italia, el GiroBio, solamente cedió ante el imparable Joe Dombrowski. El americano mostró la suficiente solidez para encaramarse a lo más alto de la clasificación general después de las victorias en el Monte Terminillo y en el Gavia donde Aru fue segundo en ambas ascensiones, finalizando también segundo en la general a tan sólo veinticinco segundos del ahora ciclista del Team Sky. La espina de la derrota en el GiroBio no tardó en sacarla haciendo de una manera clara y rotunda en el Giro Ciclistico Valle d´Aosta. Una de las pruebas más duras de la competición –tanto amateur como profesional- vio la supremacía del ciclista sardo que relegó al segundo clasificado a más de tres minutos de distancia.
El paso con Astaná llegaba después de un gran sabor de boca después de los resultados cosechados. El debut con el equipo profesional llegó en el USA Pro donde fue capaz de dejar su sello de calidad. En el final en alto de Boulder, y siendo integrante de la escapada del día, finalizó segundo tras Rory Sutherland. Cerró la etapa de stagiaire con las últimas cuatro clásicas del calendario italiano. Milán-Turín, Piemonte, Lombardía y Emilia, cuatro días de competición donde la suma de experiencia fue el mejor aliciente.
Ante el inminente comienzo de la próxima temporada, Fabio Aru será uno de los nombres que tendremos apuntados para seguir su rendimiento con lupa. Las características geográficas de su Cerdeña natal han amoldado una figura que destaca en la montaña pero que debe, paso a paso, mejorar en la lucha contra el crono para pulir la figura de vueltómano que atesora. Sin duda, junto a Mattia Cattaneo, serán los próximos estandartes del ciclismo transalpino en las rondas por etapas.