¿A cuál de las madres de aquellos que estamos fuera de casa no se le hace un nudo en la garganta cada vez que estos días echan el anuncio de El Almendro por la tele? La Navidad se acerca y aunque ya hace semanas que el Corte Inglés viene dando por saco, lo cierto es que en unos días empiezan las reuniones familiares. La familia por parte de padre, la familia por parte de madre… y por supuesto la familia del ciclocross, que verá cómo en estas fechas tan señaladas volverán a casa dos de sus hijos pródigos, Lars Boom y Zdeněk Štybar.

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Boom ya hace tiempo que nos dejó, durante los últimos años para él el ciclocross se ha convertido en un hobbie con el que preparar la temporada en ruta, una temporada en ruta en la que este año se le presenta el bonito reto de llevar al Blanco Procycling Team a lo más alto en las clásicas de primavera además de seguir la progresión que cada día le hace ser un hombre más y más a tener en cuenta allí donde compite, ya sean carreras de un día, prólogos o vueltas de una semana en las que sigue progresando. Por su parte Štybar afronta su primer reencuentro temporal con el barro; el año pasado hizo el intento de compaginar disciplinas pero la temporada en ruta pesó demasiado, así que este año vuelve sólo a tiempo parcial antes de centrarse de nuevo en una carretera que ya le ha ofrendado sus primeras glorias en los Cuatro días de Dunkerque y en Cieszyn durante el Tour Polonia, ha decidido que su lugar es el asfalto y este año deberá demostrar que puede ocupar un lugar importante en ella.

En un año en que muchas veces nos hemos lamentado de la falta de alternativas para luchar contra el dominio hegemónico que ejercen Sven Nys y Niels Albert no han sido pocas las ocasiones en que nos hemos preguntado que sería de la temporada de ciclocross de estar estos dos hombres presentes. No hay que darle más vueltas, han decidido tomar un camino sin vuelta atrás y hay que aceptarlo. Difícil será verles luchar por la victoria, y más teniendo en cuenta lo retrasados que tomarán la salida allí donde compitan, pero la simple silueta del campeón neerlandés y campeón checo en los prados y barrizales belgas será suficiente para arrancar una sonrisa y regalar ilusión a los aficionados, les faltará un gorro rojo para ser nuestros particulares Papá Noel.

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Porque si una cosa es de agradecer es que su presencia coincidirá con el Christmas Madness, el momento en que la temporada de ciclocross alcanza su punto álgido cuando en apenas diez días la disciplina se convierte en un no parar. Superprestige -Diegem (30/12)-, Copa de Mundo -Namur (23/12) y Heusen-Zolder (26/12)- y BPost Bank Trofee -Essen (22/12), Loenhout (28/12) y Baal (01/01)- quedarán vistos para sentencia además de otros eventos menores diarios.

Boom tiene pensadas pocas apariciones, siendo el de esta temporada el calendario más pobre desde que abandonase la disciplina, y tras su estreno en Sint Niklaas luego correrá en Surhuisterveen, mientras que Štybar lo hará en Essen, Zolder, Loenhout, Bredene, Diegem y Baal. Acabada la locura navideña ambos volverán a sus entrenamientos en carretera pero por suerte se dejarán ver en el barro unos días después durante los nacionales. Será Štybar quien lo tenga más asequible para revalidar su campeonato en su Stříbro natal ya que en los Países Bajos Boom tendrá que luchar con la recién aparecida figura de Lars van der Haar.

Por desgracia para los aficionados ninguno de los dos luchará por recuperar un arcoíris del que privaron a los belgas durante tres años, 2008, 2010 y 2011 siendo Niels Albert el único capaz de conseguirlo en 2009, ya que toparía de frente con sus objetivos primaverales, y es que, como el turrón y los hijos que viven fuera de casa, hay cosas que sólo se pueden disfrutar en Navidad.

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