Tres años de constante crecimiento como profesional es su bagaje hasta la temporada 2012. En apenas un mes comienza a rodar una campaña que se presenta como el impás en la carrera deportiva de Damiano Caruso (Ragusa, 1987). Tres años en los que ha sido capaz de demostrar el buen quehacer en su paso en la categoría dilettanti. Con un campeonato nacional sub23 como bandera además de un top10 en el Tour del Porvenir en 2008 o sendos top10 en los mundiales de la categoría en Varese y Mendrisio pasó a profesionales con el modesto De Rosa – Stac Plastic después de haber sido stagiaire con LPR Brakes – Farnese Vini en el último trimestre de la campaña de 2009.

En el equipo de Giovanni Fidanza no tardó en recoger galones. Al poco de comenzar el calendario italiano dio su primera muestra de calidad. El quinto puesto final en el Giro di Sardegna, a tan sólo diez segundos de Roman Kreuziger, cambió definitivamente su rol. Su temporada como neoprofesional dejó un séptimo puesto en la Settimana Internazionale, un décimo puesto en el Giro del Trentino o un séptimo lugar en el Brixia Tour. Las vueltas de una semana recogieron su mejor actuación a lo largo del calendario.

Su rendimiento no pasó desapercibido por Roberto Amadio quien le llamó a filas para la Liquigas-Cannondale. Antes de firmar tuvo que esperar la resolución del CONI respecto a una acusación de complicidad a la hora de adquirir productos dopantes en 2007 durante su etapa amateur en el equipo Mastromarco. Quedando libre de todo cargo, su salto al World Tour fue una realidad.

Después de debutar con un cuarto puesto en Reggio Calabria, el duodécimo lugar en la general del Tour de California dejó el mejor resultado en una vuelta por etapas en la temporada donde debutó en una gran vuelta. La ronda española fue la elegida por el cuerpo técnico para el debut de un corredor donde asumir experiencia era el objetivo. Con todo ello, coqueteó con la victoria en el sprint de Vitoria tras el previo paso por Urkiola con un tercer puesto, sólo superado por Daniele Bennati y Enrico Gasparotto.

Basso y Caruso, dos piezas vitales para Cannondale en 2013 / Foto (c) Roberto Bettini

Ya en 2012 cogió más peso dentro de la estructura de Amadio. Lideró a los verdiblancos en varias pruebas por etapas logrando ser uno de los hombres más destacados del equipo en el último tercio de temporada. Cogió las riendas del liderazgo en Colorado después de ser segundo en la primera etapa del Tour of Utah donde Rory Sutherland le privó de estrenar su palmarés. A su regreso de Estados Unidos, Gran Bretaña fue su destino. Tercer puesto en la general final que redondeaba el final de campaña. Antes de ello, debutó en el Giro de Italia para ser uno de los lugartenientes de Iván Basso. A pesar del trabajo a favor del veronés, Caruso logró finalizar cuarto en Frosinone o sexto en Lago Laceno acabando vigésimo primero en la general final.

En 2013 el escenario sigue evolucionando para el siciliano. La salida de hombres importantes como Vincenzo Nibali, Sylvester Smyzd o Eros Capecchi unidos a unos fichajes que, precisamente, no llegan para tapar esos agujeros dentro de la nueva estructura del Cannondale Pro Cycling Team hacen que el peso que tenga dentro del equipo crezca sustancialmente. Con un Iván Basso venido a menos será la segunda referencia en el próximo Giro de Italia además de liderar al equipo en las vueltas menores. Su cada vez más manifiesta habilidad para superar la montaña y una más que notable punta de velocidad pueden ser uno de los grandes protagonistas de la primera mitad de campaña. Su objetivo seguir creciendo no sin olvidar estrenar su palmarés como profesional. Puede y debe ser la hora de Damiano Caruso.