El enemigo en casa. Ese podría ser el título de la película que da vida a la historia en el ciclismo profesional de Daniel Oss (Trente, 1987). De planta imponente y con un futuro -auguran- formidable por delante, Oss ha destacado hasta la fecha más por su tarea de gregario que por las ocasiones de lucimiento personal que ha disfrutado. Esa imponente planta sobre la bicicleta lo ha catalogado siempre como un ciclista llamado a lucir “en las clásicas del primer tercio de temporada y las grandes vueltas”, así justificaba su fichaje el Mánager General del equipo BMC en el mes de agosto.

Cambio de equipo en 2013 pero no aparentemente de dinámica. Si la alargada sombra de Peter Sagan era un problema en Liquigas, no parece que la situación vaya a mejorar en BMC con la dupla Husovd-Gilbert. Dos campeones del mundo que volverán a compartir gran parte del calendario y que deberán compaginarlo a su vez con corredores de la talla de Alessandro Ballan, Greg Van Avermaet o Taylor Phinney. No salen las cuentas.

La clave de este extraño movimiento para un corredor que busca explotar parece estar en la figura de Manuel Quinziato. Coincidieron dos temporadas en Liquigas, 2009 y 2010. Por aquellos entonces Quinziato lideraba el equipo en las clásicas del norte y entre su bloque de confianza se encontraba un recién llegado, alto, fuerte, Daniel. En 2010 Daniel Oss era quinto en la Gante-Wevelgem en lo que parece que fue el comienzo del idilio entre Daniel y Manuel, entre Oss y el pavé.

Y es que no debemos pasar por alto que el ciclismo es un deporte de sensaciones. Si la única baja de renombre en BMC para 2013 es la de Hincapie el italiano puede pensar que su fichaje no es fruto de la casualidad. Desde luego el reto es importante. Entre las pobres sensaciones que arroja la actuación de Husovd a lo largo de este año y el hipotético testigo que pueda recoger de Ballan puede estar el hueco de Daniel Oss. El reto es emular a Tejay Van Garderen con Cadel Evans en el Tour, recoger el testigo y consumar el relevo. Cuenta respecto al resto con el margen que le proporciona su edad aunque tiene pocas carreras para definir su rol en 2013. Cabeza de ratón o cola de león. La carrera dictará sentencia.

¿Apuesta de futuro o gregario de lujo?