Como un niño con zapatos nuevos que estaba a punto se afrontar su primera experiencia fuera de casa. Esa situación que todos nos ha tocado vivir en la que, quieras o no, el nerviosismo corre por tus venas; esa situación donde no sabes a que te enfrentarás allí fuera a donde vas. Con esa sensación partió Carlos Verona (San Lorenzo del Escorial, 1992) hacía Bruselas para unirse a sus compañeros del Omega Pharma-Quick Step y emprender viaje a Eslovaquia.

Apenas un mes después de confirmarse el fichaje por el equipo del World Tour y haber cumplido 20 años, el madrileño se embarcaba en la primera aventura con los que serán sus compañeros en 2013. “Vamos a crear situaciones extraordinarias que exigen disciplina, el respeto de las normas, la capacidad de adaptación y la ayuda recíproca.” Las palabras de Tom Steels, director deportivo, no cayeron en un saco roto. El campo militar de Lest esperaba a uno de las escuadras más fuertes del pelotón para realizar, sobretodo, dinámica de equipo.

Horas y horas de convivencia donde pudo conocer a los grandes nombres del equipo belga, nombres que serán sus compañeros durante la próxima temporada. “Son gente muy carismática, con sus particularidades, pero de carne y hueso como cualquiera de nosotros.” La novedosa concentración que implantó Bjarne Riis en la época del CSC ha cuajado en las grandes escuadras donde, en este caso, campeones del mundo como Mark Cavendish, Tony Martin o Zdenek Stybar son uno más; el trabajo no entiende de rangos, el esfuerzo que realiza un compañero para ti puede convertirse en viceversa en la jornada siguiente.

Campo militar, normas militares. Diana a las 5.50h. “El objetivo del Team Building está siendo vivir 48h tal y como lo haría una brigada especial del ejército”. Entrenamiento a la vieja usanza. “Tiro, vías ferratas, cayack, cuerpo a cuerpo, circuito militar, primeros auxilios e interpretación de mapas y después se presenta una noche divertida, durmiendo fuera del campamento base”. El esfuerzo físico se nota al día siguiente. “Me duelen músculos que ni sabía que existían”. La carga física finalizaba con “carrera de quince minutos matinal desde donde acampamos al campo base, buen desayuno y a repetir las pruebas de ayer cronometradas. La base principal, el trabajo en equipo.”

Verona en un ejercicio de equipo / Foto (c) tdwsport.be

La experiencia no finalizaba allí. Concluido el Team Building, regreso a Bruselas. El “Boonen&Friends” esperaba a Verona. La prueba de ciclocross con fines benéficos organizada por Tom Boonen y Wilfried Peeters sería la primera toma de contacto con la disciplina para el madrileño. Trigésimo primer puesto final para cerrar una intensa y novedosa semana antes de la vuelta a los entrenamientos puros de ciclismo y afrontar el segundo training camp que tendrá lugar, esta vez, en la isla de Mallorca.