A sus 25 años, al mayor de los hermanos Izagirre le ha llegado el momento de decidir qué quiere ser. Él en el ciclismo y él mismo dentro de un convulso y cambiante Euskaltel. Desde que pasara a profesionales con Contentpolis – Ampo en 2009 (tras probar como stagiare un año antes en el equipo suizo NGC Medical), Izagirre ha ido dando un paso cada año. En su primera temporada ‘en casa’ se apuntó sus dos primera victorias; una etapa en el Tour de Luxemburgo y la Ordiziako Klasika. En éstas apuntó a hombre para clásicas: rápido, con aptitud para subir e instinto.
En Euskaltel llevan a la gente despacio, y los grandes momentos son para sus mejores corredores. Así que en 2011 siguió trabajando para Samuel Sánchez o Igor Antón. Tuvo pocas carreras en las que poder asumir el liderazgo del equipo, y varias de ellas no las desaprovechó; siempre delante en Tour Down Under, Challenge de Mallorca, Tour du Haut Var, Vuelta a Asturias, e incluso en la Vuelta a Suiza. Sin embargo, en ningún momento del año pudo rematar. Si en 2010 demostró instinto y capacidad ganadora, un año más tarde se esmeró en dejarse ver como un corredor regular.
La temporada para Euskaltel – Euskadi no ha sido fácil. Siempre a contrapié con Nieve en el Giro, Samu en el Tour y Antón en la Vuelta. Para uno de los Izagirre ha ido muy bien; Ion, después de una primera temporada interesante, ha conseguido buenos resultados con apenas 23 años: se llevó la crono individual (y de no mediar la mala fortuna, se hubiera podido llevar la general) de la Vuelta a Asturias, una etapa del Giro d’Italia y un buen puesto en Polonia. Además, destacó en la temporada de clásicas con un bonito día en la Gante – Wevelgem.
Para el otro, nuestro protagonista hoy, Gorka, no tanto: ha hecho de Villafranca su prueba fetiche ganando por segunda vez, y en el Tour estuvo cerca dos días metiéndose en las fugas luego resueltas por LuisLe en Foix y Voeckler en Bagnères-de-Luchon. Ha dado un paso con ello, asumiendo y dejándose ver en el Tour tras el abandono del líder del equipo. Pero a sus 25 años y en un equipo falto de resultados, a un corredor que con dos años menos tuvo más victorias hay que exigirle más.
2013 para Gorka Izagirre será muy importante. Ya no será ‘joven’ para el ciclismo. Se acabaron las temporadas de paciencia, conocimiento y sorpresa. Izagirre está y debe estar para ganar y dar a Euskaltel victorias y buenos puestos en carreras importantes. Siempre tendrá la figura de su hermano ahí; más talentoso, con más panaché que el mayor. Pero Gorka, más esforzado y dedicado, tiene y está en condiciones de darle a los naranjas réditos consistentes y constantes.