Jan Bakelants (Audenarde, 1986) es una rara avis del pelotón, uno de esos ciclistas que llaman la atención por su combatividad y su entrega por encima de todo. Ni escatima ni deja de esmerarse. Siempre quiere aparecer. Ha sido una de las pocas notas positivas que ha tenido el RadioShack – Nissan en esta temporada, la cual se ha caracterizado por la mala suerte, la polémica y la sensación de que hasta el momento está siendo el equipo peor gestionado de la década. Pese a todo lo que ha rodeado al equipo de Bruyneel, el belga ha sido uno de los pocos que han dado muestras de ambición pese a todo lo que le pasara a la estructura. Aún así no ha conseguido ninguna victoria, pero siempre ha tenido presencia en las carreras que ha disputado.
Y ahí reside gran parte del problema que tiene este corredor nacido en 1986. ¿Es ese el techo de Bakelants? Por las cualidades que ha demostrado a lo largo de su todavía corta carrera, lo lógico sería pensar que no. Es un ciclista ofensivo, con buenas piernas y que se mete en muchas fugas, algo que aunque aquí admiramos no suele dar mucho éxito a no ser que te llames Thomas, y te apellides Voeckler. De hecho, Bakelants no ha conseguido todavía ninguna victoria como profesional pese a que llegó a Topsport Vlaanderen – Mercator de amateur, tras un 2008 impresionante en el que se llevó la Lieja – Bastoña – Lieja Espoirs y el Tour del Porvenir -entre otras tantas victorias-, algo que hacía ser tremendamente optimista. Por esto, parece necesario que Jan piense en reorientarse como ciclista y buscar nuevas metas.
Desde luego en el equipo en el que está ahora parece difícil que pueda hacer algo relevante a corto plazo. Más allá de estar bajo la sombra de la gran estrella de la plantilla, Andy Schleck, también comparte equipo con un gran número de veteranos que siguen empeñados en ser líderes del equipo contra toda lógica; ello frena en gran medida la proyección de gente como Bakelants, Ben Hermans, Tony Gallopin, o Jakob Fuglsang, que se ha tenido que marchar del equipo ante la escasez de oportunidades. Además de todo esto, la situación de un equipo que parece destinado al fracaso y en plena descomposición, no parece el escenario ideal para que un corredor pueda progresar tranquilamente y sin presión por la falta de resultados.
Por todo esto, parece bastante claro que Bakelants lo tiene muy difícil para poder dar ese paso que sus piernas dicen que puede dar. O cambia la política de planificación del RadioShack – Nissan o se va de equipo. La lógica y la experiencia vivida con otros ciclistas que se han encontrado en su misma situación hace pensar que en esta estructura es casi imposible que un ciclista joven salga adelante. De igual manera, Bakelants también debe pensar en la clase de ciclista que puede ser, puesto que no solo podría mirar hacia la general de grandes vueltas, sino más bien hacia un perfil clasicómano, algo de lo que están necesitados en el equipo. El tiempo dirá, pero, como con otros jóvenes de su generación, es la hora de que el belga decida qué quiere ser de mayor.