Cuando tienes a dos fueras de serie como Nibali y Sagan en tu equipo, poco importa lo que haga el resto de tus corredores porque tienes asegurada una buena temporada, y eso es lo que le ha pasado al Liquigas este año. Ambos -Peter y Vincenzo- han tenido una mención entre los mejores corredores del año C&H, y a ello han juntado la aparición estelar de un Moreno Moser que promete juntar una dupla mortal con Sagan en el futuro -por no decir la temporada que viene-.

El año del equipo empezó con un Viviani avasallador, que con cinco victorias entre Enero y Febrero prometía mucho pero al que su preparación para los JJOO lastró más entrada la temporada; aún así promete volver con mucha fuerza el año que viene como uno de los sprinters jóvenes más prometedores. También Moser y Capecchi se estrenaron en Febrero, pero llegado ya Tirreno y el comienzo de las grandes clásicas Nibali y especialmente Sagan tomaron el timón de la nave verdiblu. Rozando la victoria en Lieja, San Remo o Amstel este primer tercio de la temporada acababa de forma más que satisfactoria para el equipo, pero el Giro de Italia disputado poco después no hizó más que atraer críticas hacia el equipo.

Y es que el nueve del Liquigas se dedicó durante toda la carrera a coger el peso de la carrera como si llevasen al favoritísimo a la victoria final, cuando a la hora de la verdad se reveló que su líder Basso no tenía ni de lejos las piernas para pelear de tú a tú con los mejores. Mientras el bloque más potente hacía el ridículo en casa, Sagan se dedicaba a canibalizar los sprints primero al otro lado del Atlántico, en California, y un mes más tarde en Suiza. En el nacional italiano Moser siguió presentando sus credenciales que ratificó semanas después con su victoria en Polonia, pero el escaparate mundial estaba centrado en esos momentos en lo que ocurría en Francia.

Allí el equipo se desenvolvió magníficamente, llevándose a casa tres etapas y la regularidad por parte de Sagan y el tercer puesto en la general final a cargo de Nibali, sin duda el highlight del equipo en este 2012. Estos dos ya desconectaron relativamente del año, por lo que los más modestos éxitos conseguidos de aquí a final de año corrieron ya a cargo de Moser -Montreal- y Viviani -Vuelta a España, Beijing-.

El mejor del equipo: Peter Sagan

Una dura pugna entre el fenómeno eslovaco y Lo Squalo, pero al final las victorias de Sagan han podido más que la regularidad de Nibali. Una temporada en la que el Bicho se ha mostrado intratable en determinados momentos del calendario, culminados en un Tour de Francia en el que ha deslumbrado definitivamente al mundo. Dieciséis victorias le avalan como uno de los mejores velocistas del planeta, y su subida de nivel en otras disciplinas como la lucha contra el reloj -Suiza-, los altos kilometrajes -San Remo- o las subidas -Péguère- certifican su progresión. En su cuenta pendiente ha quedado su primera victoria en una gran clásica después de varios tiros al palo, un debe que seguramente podremos tachar de su lista el próximo año.

La decepción del equipo: Ivan Basso

Si su flojo 2011 no había sido suficiente para abrir los ojos a los aficionados, esta temporada se ha encargado de demostrar que los tiempos de Ivan el Terrible pasaron definitivamente a mejor vida. Intentar justificar tu temporada en una sola carrera como ha hecho el varesino, y una vez llegada esta dar una imagen tan lamentable como la que ha dado Basso en este Giro debería bastar para retirar los galones de líder a un ciclista que debería darse cuenta de que su tiempo en el ciclismo profesional ha pasado a mejor vida, o por lo menos el rol que ha desempeñado hasta ahora en él. Un quinto puesto en el Giro a costa de mediatizar a todo un equipo, y la postrera victoria en Japón -salvándole de acabar el año en blanco-, es un bagaje muy pobre para un corredor que empezaba el año en el mismo escalafón que unos tales Sagan y Nibali y que ha demostrado que debe asumir su bajada de nivel para la temporada que viene. Esperemos que así sea y le podamos ver brillar como cazaetapas o trabajando para el equipo.

La nota de C&H al Liquigas: 7

Dos corredores que han estado entre los mejores del año, la gran sorpresa del año -Moreno Moser- y un par de corredores jovenes que siguen progresando como Capecchi o Viviani han sido los puntos positivos del año para el equipo de Amadio. En el lado malo es que la clase media y uno de los teóricos jefes de fila han fallado, pero como ya apuntamos al principio han podido compensar estas carencias con la excelencia que han logrado Nibali y Sagan a lo largo del año. Por tanto esas 38 victorias y el sexto puesto en el CQRanking del año son aval suficiente para la nota del equipo, que no aspira a más debido a esos elementos discordantes en la ecuación de los verdiblu, que perderán el año que viene el patrocinio de Liquigas en beneficio de Cannondale, además de la marcha de Nibali rumbo al Astana.