En su segundo año de vida el equipo Europcar ha vuelto a demostrar el gran rendimiento que su director Bernaudeau sabe sacarle a sus equipos. Con dos líderes claros -Voeckler y Rolland-, y un equipo entregado y sin fisuras han podido reeditar los éxitos de la temporada anterior, empezando por un Tour de Francia en el que han vuelto a ser parte importante. Con tres victorias de etapa, el octavo puesto en la general de Rolland y el maillot de lunares el balance ha sido sobresaliente a pesar de no haber podido pelear por la general como el año pasado, cosa que por otro lado era de esperar.

Además de su rendimiento en la Grande Boucle hemos visto a un equipo muy competitivo en las clásicas, con el sorprendente podio de Turgot en Roubaix poniendo el colofón a una campaña de clásicas de pavés muy regular por parte del equipo, especialmente el mismo Turgot y Pichot. Después en las Ardenas fue el turno de Voeckler y Rolland, con otros grandes resultados para ambos en la Doyenne. Y por último y ya en Agosto fue el turno del prometedor corredor canadiense David Veilleux de llevarse sorpresivamente los Tres Valles Varesinos con la inestimable ayuda de Voeckler actuando de secante.

En los sprints Pelucchi ha dado cierta presencia al equipo con victorias en Dunkerque y Ronde de l’Oise, al igual que Yohann Gène en una carrera fetiche para el equipo como la Tropicale Amisa Bongo, que se resolvió con victoria en la general para otro corredor del equipo, Anthony Charteau. También se consiguió la victoria en una prueba .HC como el Tour de Limousin por parte del corredor más exótico del equipo, Arashiro, y por último algunas victorias en el calendario .2 francés como Normandia, Rhône-Alpes Isère Tour o la Mi-Août en Bretagne redondean nuestro repaso a la temporada del equipo.

El mejor del equipo: Thomas Voeckler

Cómo no. Odiado y querido a partes iguales, lo que no se puede discutir es el rendimiento que da el alsaciano cuando se sube a una bicicleta. A sus 33 años ha cuajado una de las mejores temporadas de su carrera, coronada por un extraordinario Tour del que se fue para casa con dos etapas y el maillot de la montaña bajo el brazo. Esta vez no hemos visto esa versión vueltómana que nos brindó en la pasada edición, sino al Voeckler más clásico actuando de francotirador en etapas seleccionadas, con el premio añadido de coronarse como el rey de las cumbres francesas. El otro punto álgido de su año han sido las clásicas de primavera, en las que se ha mostrado tan sólido como nunca con la victoria en Brabanzona y buenos resultados en Flandes, Lieja o el Mundial. En conjunto un Voeckler sólido y crecido como líder del proyecto de Bernaudeau, y erigido ya probablemente como el mejor ciclista francés de ese periodo entre las retiradas de Jalabert y Virenque y el advenimiento que se percibe ya de las nuevas figuras del ciclismo galo -Pinot, Démare,…-.

La decepción del equipo: Christophe Kern

Después de su sorpresiva aparición el año pasado en Dauphiné muchos esperaban la confirmación de ese rendimiento en esta temporada por el corredor francés, pero nada más alejado de la realidad. Su mejor resultado en todo el año ha sido un sexto puesto en el nacional francés contrarreloj, lo que habla bastante bien de lo discreto de su segunda temporada en el equipo. Visto esto y el nivel que había mostrado hasta el año pasado en su carrera profesional, parece que podemos encuadrar su rendimiento el pasado verano entre esos one hit wonder que tanto abundan en nuestro deporte.

La nota de C&H al Europcar: 8

Un extraordinario rendimiento en el Tour y presencia el resto del año en las carreras francesas y otros escenarios de primer nivel como las clásicas de primavera avalan el gran año del conjunto francés. En total 21 victorias y más de 5000 puntos en el CQRanking, más que ningún otro equipo Continental Profesional y con el único lunar de no haber rendido al nivel del año pasado ni en Paris-Nice ni en Dauphiné. En conjunto un año de notable alto, que refleja bastante bien como se están haciendo las cosas en este equipo.