Pocos deportes son tan exigentes con la maduración de los deportistas como el ciclismo. En una actividad en la que en el fondo se basa la mayoría de los triunfos, ser un novel es una condición que, salvo que seas auténtico talento, nada ayuda. Para rendir a un nivel de primera se necesita madurar, ir cumpliendo objetivos y crecer como deportista para que luego los triunfos se materialicen y justifiquen años de trabajo y esfuerzo. Existen momentos en los que, por una razón u otra, el ciclista se siente obligado a demostrar unas cualidades. Y esto ocurre sobre todo al empezar la temporada; has crecido como corredor. Te marcas unos objetivos porque quieres demostrar que has crecido como ciclista.
Es el caso de varios corredores nacionales que afrontan este 2011 con retos muy particulares. Cada uno en su situación tiene que demostrar que aquello que se le presupone o que demostró es real. Que los vítores en tiempos de amateurismo o que los tempranos triunfos como Pro eran el indicio de un talento próximo a constatar. Todos ellos corredores entre el 86 y el 84, cercanos a su maduración como ciclistas, que en la temporada que recién ha comenzado tienen muchas expectativas.
El caso que más alerta guarda es el de José Joaquín Rojas, el autodescrito sprinter con más condiciones de clasicómano. Uno de los talentos más claros del ciclismo patrio que, tras las bajas de Luisle o Valverde y a sus 25 años, se debe sentir con la obligación de erigirse en líder de la escuadra en muchas carreras, donde nadie tiene más potencial que él. En este 2011 se le presenta la posibilidad de dejar de ser un puestómetro humano (¡¡35 Top10 la pasada temporada!!), un corredor muy regular, y convertirse en el ganador que todos esperamos. Su compañero Intxausti, en cambio, tras una buena primavera en la que consiguió su primer triunfo como Pro en la Vuelta a Asturias y realizar buenas actuaciones en Itzulia, Criterium Internacional y GP Miguel Indurain, no volvió a hacer nada destacable en todo el año. Así que su primer año en Movistar es una buena prueba para demostrar regularidad y consistencia, sobre todo en carreras por etapas, que es allí donde se le suponen más aptitudes. En el equipo de Unzue también hay otro corredor, mayor a los dos anteriores, que también tiene un bonito año por delante. Un año de confirmación. Y es que Sergio Pardilla, tras cinco años como Pro entre Viña Magna, Burgos Monumental y CarmioOro (del que llega junto a Ventoso), donde ha apuntado mucho con 10 victorias como profesional, tiene la oportunidad de formar parte de un gran conjunto por primera vez. Y no querrá pasar desapercibido, trabajando para sus líderes y aprovechando las oportunidades que tenga en un año donde a buen seguro correrá su primera grande.
Los casos de los andaluces Maté y Moreno son muy similares. Ambos son del 84 y que cambian de equipo con la sensación clara de dar un paso adelante. Recalan los dos en estos equipos (el de Marbella en Cofidis y el jienense en Caja Rural) después de hacer buenos papeles en carreras .1, aunque en el caso de Moreno, sin victorias en 2010. Llegan a equipos donde no serán los líderes absolutos aunque irán a determinadas carreras con tal posición. Sin ir más lejos, Maté debutará en el Tour del Mediterráneo, una carrera que no le viene del todo mal, y Moreno correrá como jefe del equipo navarro la Vuelta a Andalucía. También en una situación similar se encuentra el también andaluz Antonio Piedra, por ejemplo. Tras la marcha de Javier Moreno debe ser él quien asuma la responsabilidad de que el maillot del Andalucía – Caja Granada se vea por las carreteras.
Uno de los compañeros de Moreno en Caja Rural (un equipo con mucho talento nacional), José Herrada, se encuentra sin duda en el momento más clave de su carrera. Tras el salto del equipo a la categoría Pro Conti, el manchego, líder de la escuadra en 2010 con victorias en la Vuelta a Portugal y el Cinturó de L´Empordá y buenas actuaciones en el Circuito Montañés y Asturias, volverá a asumir tal papel en el conjunto de Juan Manuel Hernández Esquisabel con la esperanza que de su empuje y el de Moreno, así como del de Diego Milán (otro joven corredor con un año clave tras estar una temporada parado), consigan llevar a los navarros a correr la Vuelta a España, el gran objetivo del equipo. Herrada, un todoterreno con capacidad para subir -aunque no al nivel de los mejores escaladores- y buenas aptitudes para rodar, seguramente dé varias y buenas victorias al equipo en este 2011. Está preparado para ello.
Mikel Nieve está también ante el año de su confirmación tras una extraordinaria Vuelta a España, carrera donde consiguió una victoria (la única en su palmarés como Pro) de mucha calidad en la etapa que tuvo final en Cotobello. Ello le ayudó al navarro a concluir en una 12ª posición en la general final muy meritoria. Como en el caso de todos los anteriores no soportará toda la presión de dar resultados a su equipo. Sin ir más lejos la presencia de Antón o Sánchez le dejan a Nieve en una posición relativamente cómoda en la que apoyarse para seguir creciendo, mientras asume el liderazgo del equipo en algunos momentos de la temporada.
Todos corredores jóvenes, de entre el año 86, como Intxausti, hasta el 84, como Maté, Pardilla o Moreno, que tienen ante sí, cada uno a su modo, un año muy importante para sus carreras. Temporada en la que confirmar lo apuntado o hecho en años anteriores y asegurar el relevo entre las generaciones más veteranas, y los otros jóvenes corredores que vienen algo más atrás como Ángel Madrazo, Jonathan Castroviejo, Rafa Valls, los hermanos Izaguirre, Mikel Landa, Juan José Lobato o Jesús Herrada.
Muy interesante el articulo.
Mucho animo a Pardilla y Mate que son dos grandisimos corredores.
A ver si tienen una temporada libre de lesiones, que mira lo que pasó con Igor Romero hoy e incluso con Moreno y Herrada.