Si existiera un premio honorífico al ganador más anónimo de la historia de los Monumentos, sin lugar a duda el premiado tendría poca discusión. Ese ganador “anónimo” no es otro que Bruno Landi y su Giro di Lombardia de 1953. Bruno Landi solo fue profesional desde 1952 a 1957. Su palmarés se podría decir que es un solar donde emerge el Giro di Lombardia como Las Vegas lo hace en mitad del desierto. No en vano, sus únicas victorias como profesional son el Monumento de las Hojas Muertas y La Nazionale a Romito Magra de 1954. A parte de eso, sus únicos resultados “destacables” se pueden contar con los dedos de una mano y aún te sobraría algún dedo: 2º en la Coppa Sabatini y 4º en el Giro di Lombardia de 1954 y 3º en el Trofeo Fernaroli de 1955.
El Giro di Lombardia de 1953 fue una edición “especial”. Era la primera vez tras la Gran Guerra que ni Coppi ni Bartali estaban en la línea de salida de la prueba, hecho que abría el ramillete de favoritos de la carrera. Pese a que la salida se dio bajo la lluvia, los ataques no se hacieron esperar. Fiorenzo Magni, el León de Flandes, se marchaba en solitario seguido por un grupo de nueve hombres: Pugi, Diot, Nencini, Keteleer, Salimbeni, Barro, Dupont, Desmet y Fornara. Magni iba haciendo kilómetros en cabeza de carrera, mantienendo sobre los 3 minutos al grupo perseguidor y entre 4 y 4.30 sobre el pelotón principal.
Tras varios ataques, contrataques, desfallecimientos y retiradas como la de Kübler, se llega a Inverigo, a 35 kilómetros para meta, con once hombres como cabeza de carrera. Estos son Monti, Landi, Fornara, Zampini, Ockers, De Valck, Magni, Conterno, De Rossi, Cerami y Molineris. El entendimiento es pleno y parece claro que la victoria se la van a jugar entre ellos. Fiorenzo Magni, máximo favorito, está ante una oportunidad única de sumar el Giro di Lombardia a sus dos Giros de Italia (el tercero lo conseguiría en 1955), sus dos campeonatos de Italia y sus tres De Ronde van Vlaanderen. En Milán la lluvia ha sido copiosa por lo que la entrada al velódromo de Vigorelli, lugar donde estaba situada la meta, se encontraba inundada, haciendo imposible el paso al mismo.
Llegamos al último kilómetro con todo preparado para la resolución de la carrera. Un guardia hace a los corredores girar hacia la izquierda, lugar donde se encuentra el velódromo (otras crónicas dicen que no indicaba ninguna dirección y los corredores tomaron la ruta original). De repente se escuchan gritos del público. Todo es un caos. Landi y Cerami, que iban en la cola del grupo resignados a su suerte, son los primeros en darse cuenta del error. Debían de haber girado hacia la derecha. Rápidos y veloces se dan la vuelta y rehacen el camino para tomar la dirección correcta hacia la meta. Landi es el primero en acelerar, mientras que el resto de compañeros de fuga empiezan a reaccionar. Pero es demasiado tarde. Bruno Landi ha tomado la suficiente ventaja para conseguir la victoria. Victoria rocambolesca, pero victoria al fin y al cabo.
Magni protesta: “Es un robo. Me han robado la victoria”. La organización se encoge de hombros: “El problema no es nuestro. Ha sido el guardia”. El gran campeón sabe que ha perdido una de sus últimas oportunidades de ganar en Lombardia. Mientras tanto a Bruno Landi todo esto le da igual. Está celebrando que ha conseguido la victoria de su vida.
Top-10
1. | LANDI Bruno | ![]() |
06:01:50 | |
2. | CERAMI Pino | ![]() |
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3. | MOLINERIS Pierre | ![]() |
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4. | OCKERS Stan | ![]() |
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5. | CONTERNO Angelo | ![]() |
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6. | DE VALCK Jan | ![]() |
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7. | MAGNI Fiorenzo | ![]() |
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8. | ZAMPINI Donato | ![]() |
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9. | MONTI Bruno | ![]() |
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10. | DE ROSSI Mino | ![]() |
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