Era un cambio cantado pero no por eso deja de ser doloroso. A pesar de estar hablando de un patrocinador que ha estado en el ciclismo “solo” siete años, el color verdiblu ha llegado muy dentro de muchos de los aficionados italianos y europeos. Por sus filas hemos visto pasar a muchos de los mejores corredores transalpinos de la última década: Danilo Di Luca, Stefano Garzelli, Franco Pellizotti, Filippo Pozzato, Vincenzo Nibali o Ivan Basso. Ha sido el equipo que ha consagrado en el profesionalismo a promesas italianas como el mismo Vincenzo Nibali, pero también a otros como Elia Viviani, Eros Capecchi, Daniel Oss y Moreno Moser. Por no hablar de Peter Sagan.

foto: © AFP

Y es que Peter Sagan es precisamente la piedra angular del nuevo proyecto de Cannondale. Sobre él se construye el futuro de la renacida formación y no ha habido duda en dejar salir a ciclistas como Vincenzo Nibali, con quien ya tuvo algún roce a principio de temporada, además de otros corredores importantes como Daniel Oss o Eros Capecchi. Por el momento en el nuevo Cannondale todo serán comodidades para Sagan, que verá cómo todo el equipo estará a su completa disposición. Porque si una cosa queda clara es que de primeras parte con bastante ventaja con el resto de capitanos del equipo -Moser y Basso- a falta de la llegada de nuevos refuerzos.

Para la memoria quedarán los grandes momentos de la Liquigas: las maravillosas primaveras de Di Luca en 2005 (Itzulia, Amstel Gold Race, Felcha Valona y dos etapas del Giro) y en 2007 (Liège-Bastogne-Liège y Giro d’Italia), el extraordinario 2010 que hicieron de ellos el mejor equipo de la temporada gracias a la irrupción de Peter Sagan, el Giro d’Italia de Basso tras su regreso conquistando el Zoncolan con Nibali en el tercer puesto final y la Vuelta de Nibali, el estreno de Peter Sagan en una GT con sus tres triunfos en la Vuelta en 2011 o la superioridad mostrada este año allí donde ha competido incluído el Tour de France.

foto: Reuters

Se pierde un referente en el ciclismo tradicional europeo y llega una nueva megaestructura estadounidense, muy similar al caso de BMC en el que también una marca de bicicletas norteamericana asume el patrocinio principal. Su intereses, además, posiblemente cambien y miren más hacia los mercados económicamente más fuertes; Estados Unidos. Parece que es ley de vida en el ciclismo actual, por lo menos siempre nos quedarán algunos reductos belgas, neerlandeses, franceses, italianos y españoles en los que mantener la esperanza de que el ciclismo en la Vieja Europa todavía no ha muerto.