La segunda semana de carrera de la Vuelta, con toda su crono y todo su bloque montañoso astur-leonés, nos deja 1o nuevas conclusiones.

1. La evolución y regularidad de Joaquín Rodríguez. Siempre se le acusó de ser un corredor con poco fondo, que al final en puertos largos cedía tiempo en la general y sus ilusiones con ello. Pero en el Giro cambió su forma de correr. Dejó de atacar y pasó a defenderse. A adoptar ciertas mejoras para avanzar en su particular lucha contra el crono. Quedó segundo rozando el cielo con la punta de los dedos. El Giro le había regalado varias llegadas de su estilo, pero la Vuelta le ha regalado unas cuantas más. Ha sabido aprovecharlo, guardando siempre al último kilómetro para ir sumando segundo a segundo, bonificación a bonificación. Y ahí está; líder con toda justicia de la Vuelta.

2. La necesidad de más tiempo de Alberto Contador. El mejor vueltómanos del último lustro, el corredor con mejor palmarés en vueltas por etapas desde la primera retirada de Lance Armstrong, no está pudiendo con un corredor menos completo y menos brillante en las GT´s. Y no solo es por el recorrido (Contador necesita una crono decente para abrir huecos, y unos finales que no estén tan a favor de un estilo de corredor), sino por su inactividad. El líder de STB necesita más tiempo para poner sus piernas a punto, y eso se ha demostrado en cada una de las arrancadas serias que ha intentado durante este pasado fin de semana.

3. La competitividad de Alejandro Valverde. Confirmado; el murciano es uno de los corredores más competitivos de todo el pelotón. Lo sabíamos, pero tras llegar a Pamplona de rebote, habiendo pensado otro calendario para llegar al Mundial de Limburgo en condiciones, Valverde consiguió 3 victorias (contando con la crono por equipos) y, tras tres ascensiones a Ancares, Lagos de Covadonga y Cuitunigru, colocarse en el cajón desbancando a un Chris Froome en clara decadencia.

4. El Tour es mucho Tour. Todos los corredores que fueron a competir, de una manera u otra, al Tour, han terminado pagando el esfuerzo en la Vuelta. El ejemplo más claro es Chris Froome, que ha caído al 4º puesto de la general tras no poder ni siquiera aguantar el ritmo ayer de varios corredores inferiores a él. También lo han sufrido Jurgen Van den Broeck, que se bajó el otro día de la bicicleta, o Robert Gesink, quien tras sus problemas en la ronda gala no ha sabido encontrar el tono adecuado aquí.

5. Una Vuelta para unos pocos. La irrupción de John Degenkolb, así como las repetidas victorias de Valverde y Rodríguez, sumado todo a la repetición de lo finales en varias etapas, nos lleva a la conclusión, ya comentada en varias ocasiones, de que esta Vuelta era para unos pocos. Solo han ganado 7 equipos (de 22), y el líder de la carrera también luce los maillots de la regularidad y la combinada, estando muy al acecho del de la montaña. El ciclismo es un deporte que tiene que dar oportunidades a muchos más corredores para lucirse, y esta Vuelta no lo está consiguiendo.

6. Novedades del recorrido. Un punto muy positivo en favor de la organización es que ha sabido innovar. Llevábamos unos años anclados en finales manidos, pero desde hace unas ediciones se han ido estrenando finales que tendrán más oportunidades en el futuro de la Vuelta. Valdepeñas de Jaén, Bola del Mundo, San Lorenzo del Escorial, Fuerte del Rapitán, Mirador de Ézaro o Cuitunigru son finales parecidos, pero al menos dan al oportunidad a la afición de ver finales distintos. Nuestra orografía es riquísima; sigamos aprovechándola (no solo con cuestas de cabras). También es bueno mencionar el estreno de Ancares y su repetición este año, aunque queda pendiente su vertiente por Pan do Zarco.

7. El público en las cunetas. Esas innovaciones en los finales de etapa han conseguido centrar la atención de la gente, que se ha ido agolpando en las cunetas hasta tener en esta edición varios días apabullantes; a Arrate, Fuerte del Rapitán o Pamplona, les han seguido Mirador de Ézaro, Lagos de Covadonga o el final de ayer. Sin duda, una de las grandes noticias de esta Vuelta a España. ¿Retrocederemos con el retraso del inicio de la Vuelta una semana en 2013?

8. Las luchas secundarias y los finales en alto. Esta conclusión es una mezcla de la 5ª y la 6ª, pero es una conclusión importantísima destacar la poca lucha, y lo vendida que está en favor de Joaquín Rodríguez, la clasificación de la montaña. Esperamos que Simon Clarke la luche y la consiga, por aquello de dar más color en Madrid. Pero la clasificación que no se salva es la de la combinada; inservible, absurda y fuera de todo lugar. Con una clasificación de jóvenes hubiéramos visto una bonita lucha durante los primeros, y tendríamos ahora a un justo y adecuado líder de ella; Andrew Talansky. Sin embargo, muy posiblemente y causa de tanto final en alto, veremos en La Cibeles a ‘Purito’ vestir hasta ¡4 maillots! Ningún sentido.

9. Las trazas de Nairo Quintana. Que un chaval del 90, con solo 22 años por tanto, esté empezando a destacar en el tercer fin de semana de una Gran Vuelta dice más cosas buenas, que malas deja que no haya aparecido hasta ahora. Y más si ha aparecido al nivel y servicio que lo ha hecho Quintana estos últimos dos días. Lo sabíamos, pero con estos detalles nos queda claro que será un escalador de época.

10. La sorpresa de la Vuelta; Andrew Talansky. Es una de las cuestiones que siempre alcanzan un debate más interesante antes de cada Gran Vuelta. ¿Quién será la sorpresa de este año? Los primeros días pensamos en Tomasz Marcynszki, Winner Anacona, e incluso en Laurens Ten Dam, pero al final es imposible no quedarse con el pitbull Andrew Talansky, que ayer incluso llegó por delante de todos estos, Froome, Beñat Intxausti o Dani Moreno.