Con tan sólo veinte años daba sus primeros destellos como profesional en las filas de la Liquigas y después de dos temporadas en las filas de la escuadra italiana aceptaba la llamada de Matxin para firmar por Saunier Duval. Tres años en las sucesivas formaciones cántabras plagados de detalles. Victoria en Arrate que le daba la general de la extinguida Euskal Bizikleta como resultado más importante.

Regreso a casa. Liquigas-Cannondale volvió acoger al ciclista de Perugia. En el equipo de Roberto Amadio dio un paso más como ciclista, un crecimiento paso a paso pero de forma constante. Comenzó fuerte en San Luis donde finalizó en cuarta posición mientras que en Sardegna lo hizo en novena plaza. Llegó al Giro de Italia como uno de los escuderos de Vincenzo Nibali y en San Pellegrino Terme encontró su oportunidad. Revolvió a lo grande una fuga de muchos quilates para lograr la mejor victoria como profesional. En la Vuelta, de nuevo junto a Nibali, Michael Albasini le privó de la victoria en Ponferrada después de pasar por los Ancares.

En la presente temporada encontró la victoria muy pronto. “Comencé muy bien con una victoria en la segunda carrera del año”. Remató ante ciclistas como Damiano Cunego o Enrico Battaglin la victoria en el GP de Lugano para abrir un año que “está siendo bastante bueno”. Después de un buen acercamiento al Giro de Italia con buenos puestos en el Giro dell´Apeninnos o en el Trentino, se sacrificó por un Ivan Basso “que no estaba tan súper como otros años”.

Capecchi está sufriendo más de lo pensado en la montaña / Foto (c) Susanne Goetze

Con la llegada de la apertura del mercado de fichajes no tardó en confirmar un nuevo cambio de aires. “Me ha gustado el planteamiento que tienen conmigo en el equipo. He hecho un contrato por tres temporadas y me han dado mucha confianza. Por encima de otros equipos ha sido lo que más ha valido”. Acababa contrato con Liquigas-Cannondale pero con su intención de renovar se vio sorprendido cuando en el equipo no contaban con él. No tardó en encontrar acomodo. Movistar Team serán sus nuevos colores en un refuerzo que Eusebio Unzué calificó como “un talento todavía con un gran margen de progresión y que creo puede estar capacitado para objetivos importantes en las grandes vueltas a corto plazo”.

Pese a fimar por otro equipo llegó a la Vuelta a España como líder del bloque. “Siempre me he comportado bien con el equipo y ellos están haciendo lo mismo conmigo en este final de temporada. No es un equipo que tenga esa visión tan centralizada en los puntos“. El objetivo claro: “entrar entre los diez primeros, quiero ver hasta dónde puedo llegar y que me sirva para ver si en un futuro puedo competir por la general en una gran vuelta”. Tras un buen comienzo donde se situó cercano al objetivo fijado, el comienzo del tríptico montañoso gallego-astur parece pasarle factura. Antes de comenzar la jornada reina de la presente edición se sitúa a algo más de seis minutos de la plaza que ocupa Igor Antón, el décimo clasificado actual.

Depende del resultado en la jornada de hoy tendrá que tratar de buscar ese objetivo de una forma distinta. Filtrarse en alguna de las fugas que tomen protagonismo en esta última semana de competición parece el mejor camino para un ciclista que todavía debe mejorar un punto en la montaña si quiere optar a ese objetivo. Calidad y margen de mejora tiene para ello.