Tras un 2010 irregular, que salvaron con la gran victoria alpina de Sandy Casar en el Tour y maquillaron con el triunfo de Hutarovitch en la Vuelta y múltiples victorias en el calendario francés, llegó la revolución al equipo lotero. Con la marcha de Christophe Le Mével, uno de sus puntales, conocida desde el inicio del Tour, pero su patrocinio con la empresa lotera francesa renovado a largo plazo, Marc Madiot tuvo tiempo de moverse en el mercado y pescó mucho y bien.

Aprovechó la incertidumbre en torno al proyecto de Bernaudeau para llevarse a una de las figuras más preciadas del pelotón francés, Pierrick Fédrigo y a dos ciclistas sólidos para los sprints y las clásicas: William Bonnet y Steve Chainel. También fichó a un consolidado en la clase media gala Rémi Pauriol, repatrió a la eterna promesa clasicómana Delagé y aprovechó el desmantelamiento del bloque francés de Unzué para llevarse a un joven escalador como Jeannesson. Para terminar, fichó a la figura continental del año en Francia, Cédric Pineau (2 victorias pero hasta 15 Top5 en toda la temporada), repescó del paro al quebequés Rollin, afectado por la fusión Garmin-Cérvelo y dio la alternativa a tres jóvenes más, el sprinter de origen magrebí Nacer Bouhanni, el todoterreno Arnaud Courteille y el croner Geoffrey Soupe (subcampeón de Europa de la especialidad). Una plantilla reforzada en total con 11 llegadas para solo 7 bajas, capítulo dónde, Le Mevel aparte, destacan las eternas esperanzas Di Gregorio y Chérel, que después de años de estancamiento parten hacia equipos ProTour dónde poder destacar quizá sin tanta presión.

Tras el mercadeo, llegaba la prueba de fuego, la concesión de licencias para formar parte de la máxima categoría del ciclismo mundial, y la competencia era feroz. Pese a los refuerzos, la comisión de licencias de la UCI dejó a FDJ sin plaza, no sin controversia. Al opaco criterio de selección empleado, cambiando las reglas de selección a última hora, en el caso del equipo lotero se sumó luego una extraña información: el contrato de renovación de Anthony Roux, uno de los ciclistas que más puntos sumaba para el criterio deportivo, había llegado tarde para tomar en cuenta su puntuación. Más allá de la probable justicia de la decisión, un extraño episodio más a apuntarle al organismo que teóricamente vela por la salud del ciclismo mundial.

FDJ Marc Madiot 2011

Así, a Madiot y sus pupilos les toca readaptarse a un calendario más reducido pese a tener una plantilla más amplia que otras temporadas, una más de las contradicciones de este tinglado chapucero que parece ser hoy en día el ciclismo mundial.

Piezas clave

Tras la marcha de Le Mével, Sandy Casar, el gran clásico del equipo, parece quedar como el jefe de filas más visible de un equipo que, de todos modos, no se estructura jerárquicamente sino que da libertad a la mayoría de sus ciclistas. Sin tener que participar en Giro, Vuelta y gran mayoría del calendario ProTour, el equipo podrá centrarse en las carreras francesas y ahí Casar, junto al recién llegado Fédrigo, serán los que cargarán con gran parte de la responsabilidad de obtener buenos resultados. Ambos suelen ser garantía de presencia en carrera y contadas victorias tanto en el Tour como en carreras como Critérium Internacional o Dauphiné Libéré.

La posible explosión de… Thibaut Pinot

Quizá sea muy pronto de hablar de posible explosión, pues hablamos de un ciclista que no cumplirá 21 años hasta finales de mayo y al que todavían quedarían dos años enteros en la categoría sub23, pero este chaval nacido en el Franche-Comté, a caballo entre los Alpes y los Vosgos, es un prodigio de juventud. Figura en juniors, ganador más joven de la historia del durísimo Giro del Valle d’Aosta siendo sub23 de primer año y notable temporada como neoprofesional, comparte generación con otros dos fenómenos precoces, Sagan y Felline, aunque Pinot, seguramente por su tipología de escalador puro, todavía no ha estrenado su casillero de victorias.

Tras estar cerca de hacerlo el año pasado en carreras alpinas como Dauphiné Libéré o Tour de l’Ain y de mostrar su calidad también en carreras ProTour como Catalunya o Romandía (dónde ganó el maillot de la montaña), este año quizá sea el de su explosión. Junto a Sicard, los franceses ahora le esperan a él.

¿Hasta dónde puede llegar FDJ?

Con una plantilla extensa diseñada en principio para cubrir el calendario del World Tour, el equipo debería aprovechar para dominar las carreras francesas de categoría continental y reivindicarse para poder correr carreras de mayor nivel e incluso volver al ProTour el año que viene. El respaldo del patrocinador y la juventud de la plantilla son un buen punto de partida para ello.

Además de los ya mentados Casar, Fédrigo y Pinot, la plantilla tiene elementos capacitados para sumar en el casillero de victorias regularmente en los sprints con Hutarovitch, Bonnet o incluso el neo-pro Bouhanni, de tener presencia en las clásicas con Offredo, Geslin, Delagé, Roux o Chainel y de brillar un poco aquí y allá con todoterrenos como Vaugrenard, Ladagnous o Pauriol; además de dejar margen a las siempre habituales apuestas de Madiot por la juventud como Vichot, Courteille, Jeannesson o Soupe.