Es lo más comentado sobre el recorrido de la Vuelta 2012; la cantidad de finales en alto. Hasta 8 en puertos de segunda y primera categoría o categoría especial (Arrate, Valdezcaray, Coll de la Gallina, Puerto de Ancares, Lagos de Covadonga, Pajares-Cuitu Negru, Fuente Dé y Bola del Mundo), más otros finales en repecho, más o menos exigentes, de esos que tanto gustan a Unipublic y que ASO está adoptando; Fuerte Rapitán, Mirador de Ézaro, Barcelona y La Lastrilla. Las etapas llanas con sprint llano, seis (Viana, Logroño, Alcañiz -el viento podría romper el sprint-, Sanxenxo, Ferrol -que con varios repechos antes, necesitará de bastante trabajo para llegar también en masa-, Valladolid y Madrid), serán las únicas oportunidades netas para los especialistas de la velocidad.
La clasificación de la regularidad, que reparte en cada etapa 25 puntos al ganador de cada parcial, tendrá entonces como contendientes claros a los uphill-finishers y escaladores más capaces de ganar etapas y posicionar siempre arriba, y a los velocistas capaces de sumar en los sprint llanos, y también de ser capaces de hacerlo en los de Barcelona y La Lastrilla. Los equipos, para evitar escapadas que resten puntos, serán importantes para unos y otros.
En la pasada edición, que para este menester es una casi perfecta comparación, venció el neerlandés Bauke Mollema. El de Rabobank, líder del equipo y cuarto final en la clasificación general, quedó entre los primeros en varios sprints en cuesta (Valdepeñas de Jaén y Cañada Nueva), y también en La Covatilla, La Farrapona, L’Angliru y Peña Cabarga. Con ello consiguió portar el maillot de los puntos, el que acredita al corredor más regular, en Madrid. Detrás de él, ‘Purito’ Rodríguez, que no consiguió recortarle ningún punto en los últimos días. Tras ellos, dos ciclistas rápidos; Daniele Bennati y Peter Sagan.
Siguiendo esa tendencia, los candidatos a este premio quedan claros; el mismo Rodríguez, Alberto Contador o Chris Froome por un lado. Nacer Bouhanni (que demostró ser capaz de pasar repechos considerables en la Vuelta a Burgos, posicionando muy bien en Clunia, por ejemplo), Ben Swift, la bala de Sky presente en la salida de Pamplona, o José Joaquín Rojas, 2º en la prestigiosa clasificación vert del Tour, por el otro lado, el de los esprínteres. Lo más claro de todo es que si un velocista quiere llegar a vestir el maillot verde en Madrid, deberá ser más regular incluso que los de la general; tienen menos oportunidades y las fugas correrán generalmente en su contra. Y muy pocos de ellos están a la altura de tales circunstancias; los velocistas que acuden a Pamplona no son de la primera línea mundial.
Otra cuestión de interés será ver cómo se disputan los sprints intermedios, que reparten 6, 4 y 2 puntos en cada uno de ellos, colocado algunos de ellos en lugares epatantes e incongruentes; el de Catabois, en la etapa de Ferrol, está a solo 5 kilómetros de la meta. En cualquier caso; ojo a la lucha por los puntos, puntos que otorgan en Madrid el maillot al corredor más regular en cada uno de los 21 parciales de cada ronda de tres semanas.