Hola a todos, sigo en Kawasaki, en mi apartamento aguantando los rigores del duro verano nipón (aunque hoy llueve). Pero hoy no vamos a hablar de eso. Tampoco vamos a hablar del otro corredor español que esta aquí como prometí la semana pasada. Con vuestro permiso y aprovechando este rinconcito que me brinda Cobbles and Hills y que me permiten escribir de lo que quiera, hoy es mi deber escribir unas líneas para Miguel Ángel Fraile Maldonado.

Muchos no sabréis quien era Miguel Ángel Fraile, apodado cariñosamente como “el Abuelo”. Y tristemente hablo en pasado porque el miércoles de la semana pasada un vehículo le arrollo mientras practicaba este nuestro deporte favorito en los alrededores de Valladolid. El impacto fue tan brutal que falleció en el acto. No es consuelo, pero queda para todos saber que no sufrió y además se fue haciendo lo que mas le gustaba, andar en bicicleta.

Y es que ante todo Fraile era un loco de la bicicleta. A sus nada despreciables 60 años (ojalá llegue yo a los 60 años con ese estado físico, mental y esas ganas de bicicleta) era capaz de hacer una burrada de kilómetros al año. Porque para el la bicicleta y el ciclismo lo era todo. A veces se atrevía a venir, como decía él, con los jóvenes que le metíamos una paliza de padre y muy señor mío. Eso si jamás se quejaba. Y lo que es mas grave, a lo mejor cuando nos íbamos todos a casa con 120 o 140 km, él sonreía y decía bueno yo me voy a hacer un poco más (ese poco mas podía llegar a ser mas cercano a los 300 que a los 200).

En la actualidad era el presidente del Club Ciclista Botistrong. Uno de los pocos equipos Máster que quedan en la actualidad que recuerdan el espíritu de esa categoría de ir a correr (siempre que no sea muy lejos de casa) y pasarlo bien, ya sea corriendo o entrenando. De hecho no se si la grupeta de los corredores va con los Botistrong o ellos vienen con nosotros, pero al final acabamos siendo todos uno. Llevaba un año en el cargo, ya que el primer presidente Carlos Botellas nos dejo en septiembre del año pasado después de que el cáncer empleara todas sus malas artes en llevarse después de una lucha interminable.

Foto del equipo Botistrong, Fraile el primero por la derecha y su eterno bigote

La vida se ha aliado injustamente en contra del Botistrong, ya que ha sufrido dos duros golpes con la perdida de su Capitán y su Abuelo, pero estoy seguro de que saldremos adelante. De que seguirán saliendo en bici y continuarán echándome la bronca por llegar tarde al Indalux. Aunque yo ahora este en Japón que sepáis que mi corazoncito estaba con todos vosotros (Fran, Isma, Carlos, Sancho, Cipri, Julián, Fran y demás familiares y allegados) y por su puesto a mi grupeta.

Ahora seguro que Boti y Fraile están en el cielo haciendo lo que mas les gustaba, montar en bicicleta.