Lo comentábamos con José Luis de Santos el otro día; la irrupción de Sagan en el ciclismo es comparable a la de Freddy Maertens o ‘Beppe’ Saronni. Su Tour, cerrado con 3 victorias parciales y la clasificación de los puntos, el vert, le ha puesto, ya sí, como uno de los cinco mejores ciclistas en la actualidad. En 2012 ha demostrado dos cosas que, a sus 22 años, consiguen dejar sin calificación posible su figura como corredor; ha sido regular y competitivo en las grandes clásicas de la primavera, y se ha puesto a la altura de los más grandes en su debut en el Tour de Francia. No a la altura de los de Laurent Fignon o Bernard Hinault, pero al menos muy, muy destacable.

16 son las victorias que ha conseguido en la presente temporada. Pero lo que hace que le situemos como nuestro candidato al oro es ese compendio de cosas que ha demostrado en 2012. Saber estar, saber buscar y saber ganar. En su tercer año como profesional ya muestra que puede con grandes kilometrajes y que llega a los finales fuerte y con confianza. Es rápido. En estas situaciones, es quizás el más rápido.

Otra de las cuestiones que comentaba nuestro seleccionador nacional, es que llevaba muchas semanas en plena forma, y que sería normal que tras el Tour -y los critériums de después- bajara su forma. Nosotros lo dudamos; en la primavera demostró estar muy fuerte en la Tirreno-Adriatico, y rindió hasta un mes después, en la Amstel Gold Race. No ganó nada de trascendencia, pero ya se ha visto que la evolución de Peter Sagan está fuera de toda norma. Sus méritos están ahí, y son tan abrumadores que no hay corsé que los amarre.

Son muchas las situaciones de carrera en la que puede terminar ganando el oro Olímpico; en un grupo reducido, en un pelotón más amplio sin Cavendish, o buscando un corte de 3 o 4 corredores en el que pueda resolver con éxito la papeleta. Para nosotros es el candidato número 1, indiscutible casi, si la carrera se hace dura. Pero mucho ojo con todo lo que ha mostrado estás últimas semanas; ya se vio en Foix que nadie va a tirar con todo de él. Es normal. Como decimos; es el más rápido en esas situaciones.