Acabado el Tour de Francia llega la hora de hacer repaso a algo que se ha convertido en algo habitual en Cobbles&Hills, darle un poco de reconocimiento a todos esos ciclistas que se dejan el alma en la carretera intentando conseguir un triunfo parcial sabedores de que no tienen las cualidades necesarias para pelear de tú a tú contra los grandes favoritos. Sin más dilación vamos a empezar puesto que ha habido muchos ciclistas combativos y todos ellos han estado a un nivel impresionante.

El Tour ha nombrado como ciclista más combativo a Chris Anker Sorensen, ciclista del SaxoBank. Decisión más que justa pues ha firmado una actuación memorable en este Tour aunque sin premio. Fue segundo en la etapa con final en Bagneres de Luchon por detrás de Voeckler y estuvo cerca de la victoria en la etapa con final en La Toussuire que se llevó Rolland. Pero sin duda lo más meritorio para él fue acabar el Tour de Francia tras destrozarse la mano en una acción un poco imprudente cuando intentó quitar algo que se había enganchado a su rueda en un descenso. Acabo la etapa con el manillar ensangrentado y al llegar declaró “Deberá ser muy doloroso para dejarme fuera del Tour”. De otra pasta.

Muy cerca en la votación tuvo que estar su compañero Morkov. El ciclista danés también ha realizado un Tour de Francia magnífico estando en fuga prácticamente en todas las etapas de la primera semana. Esta actuación le valió para portar el maillot de la montaña durante algunos días y estar en boca de todos gracias a su combatividad y a su valentía. No consiguió la victoria pero se ganó un hueco en el corazón de todos los aficionados a este deporte tras su gran actuación en la etapa del 14 de julio, donde fue nombrado el ciclista más combativo. Todo ello lo hizo para dedicárselo a su padre fallecido cinco años atrás. Precioso gesto.

Morkov, una de las revelaciones de este Tour de Francia. © Doug Pensinger/Getty Images Europe

Tras haber nombrado a dos corredores del SaxoBank, toca nombrar a dos corredores del Astaná. El dúo formado por Fredrik Kessiakoff y Robert Kiserlovski ha tenido muchísima presencia en las etapas de montaña, consiguiendo el primero de ellos portar durante algunos días el maillot de la montaña para perderlo en los últimos dos días de alta montaña tras un precioso duelo con Voeckler. Tanto el sueco como el croata han hecho un Tour fantástico y han estado muy cerca de la victoria de etapa; de igual manera que su compañero Vinokourov, reinventado a cazaetapas que tampoco ha conseguido la victoria pese al gran empeño que ha puesto en ello.

En este apartado no podemos obviar el Tour que ha realizado el Euskaltel – Euskadi. Tras la desgracia que supuso la pérdida de tres de sus corredores como consecuencia de la caída masiva camino de Metz y posteriormente la de Samuel Sanchez en la etapa con final en Porrentruy, el equipo se supo reinventar y estuvo constantemente con presencia en carrera. Tanto Gorka Izagirre, que estuvo en fuga en prácticamente todas las etapas de alta montaña como Egoi Martínez, salvaron la papeleta del equipo vasco consiguiendo de alguna manera compensar la dantesca situación en la que se encontraba su equipo.

Además de los anteriormente mencionados, en este apartado hay que destacar a otros muchos corredores que han brillado en este Tour gracias a su combatividad y valentía. En el Europcar, además de la pareja formada por Voeckler y Rolland que se ha llevado todo el mérito, hemos visto tanto a Kern y Arashiro, que ha dejado de ser un mediocre sprinter para ser un ciclista peleón, muy activos y dando presencia al equipo en todo momento. Tampoco podemos olvidarnos del gran trabajo que ha realizado Jens Voigt, que a sus 41 años sigue dando guerra y haciendo exhibiciones como la que nos mostró camino de Bellegarde-sur-Valserine así como de la gran actuación de ciclistas como Sandy Casar, Dries Devenyns o Laurens Ten Dam, muy activos y estando siempre presentes en carrera.

Jens Voigt, otro de los ciclistas que han brillado por su combatividad

Este Tour nos ha enseñado que se puede firmar un gran papel en carrera pese a tener uno de los equipos más flojos de los veintidos que se daban cita en la salida en Lieja. Es lo que le ha pasado al SaxoBank de Bjarne Riis que, pese a no tener a ningún sprinter con opciones de pelear con los mejores ni a ningún hombre para poder pelear por la general, a través de las fugas han conseguido no solo justificar su actuación en el Tour sino que además han demostrado que se puede conseguir una nota bastante alta.