1. Wiggins sigue siendo el capo. Después de una semana más de competición el ciclista del Sky sólo mostró una fisura tras el sorprendente ataque de su compañero Froome a la que el pinganillo devolvió a la normalidad. Dos etapas en Pirineos por delante antes de una CRI que servirá para rematar una más que posible victoria en París. El objetivo está a dos pasos con una situación totalmente favorable por delante.
2. Declaraciones que invitan al optimismo. “Es verdaderamente difícil mantener la estrategia“ manifestaba Chris Froome a L´Equipe. Con un rol definido y viéndose superior en la montaña respecto a Wiggins es sabedor que puede perder la oportunidad de ganar un Tour de Francia. El ataque en La Toussuire fue muestra del nerviosismo que invita a un optimismo en las dos próximas etapas pirenaicas. ¿Veremos una vuelta a la tortilla?
3. Querer y no poder. El sorprendente movimiento de Cadel Evans en la Croix de Fer se quedó en un quiero y no puedo. Las piernas del ciclista aussie no están como en 2011 y está viendo como peligra el podio de París. Se le nota nervioso, corre nervioso. Sólo cuenta con dos oportunidades antes de la crono de Chartres, la partida pinta en bastos para sus intereses.
4. Un Squalo con ganas de morder. A día de hoy se presenta como la más clara opción de destronar a los hombres del Team Sky. Un corredor valiente, ofensivo, todo corazón en carrera. Una oportunidad cuesta abajo, otra cuesta arriba. Fundamental el papel que pueda desempeñar tanto Sylvester Smyzd como Ivan Basso. Deben de aparecer para que el siciliano tenga opciones de mejores su actual tercer puesto en la general.
5. Un Movistar Team apático. Caídas y lesiones aparte, el equipo de Eusebio Unzué está mostrando su cara más apática en el Tour de Francia. Sin presencia en la general, sin presencia en las escapadas. Tan sólo Vasil Kiryienka logró dar presencia al equipo navarro camino de La Toussuire mientras que Alejandro Valverde bien pierde el tren de la escapada, o se queda al margen de ella. Sólo restan cinco días para salvar un Tour aciago.
6. La clara falta de experiencia. Son dos casos claros en los que Tejay Van Garderen ha fallado a su líder. Tras el ataque a dúo en la Croix de Fer el americano evidenció las carencias de Cadel Evans dejándole de rueda en la ascensión mientras que camino de Foix no esperó al aussie tras un pinchazo de este. Claros ejemplos de la falta de experiencia de un corredor que se ha convertido en el mejor apoyo de un Evans en la montaña.
7. Luisle salva al ciclismo español. La victoria del murciano en Foix salvó al ciclismo español de un negro Tour para sus intereses. Las ausencias y las caídas dejaban un panorama desolador convirtiendo al Tour de 2012 en el peor de la última década.
8. Dos equipos rentables para el Tour. Ya estén en la máxima categoría o un escalón por debajo tanto la FDJ-Big Mat como Europcar son dos equipos identificados con la carrera. Dos victorias para cada uno, mucha presencia en carrera. Dos claros ejemplos de dar los mejor de sí año tras años. ¿Cuándo podremos decir lo mismo del Saur Sojasun?
9. El mejor debutante. Peter Sagan se está logrando ser el mejor debutante en las últimas décadas. Tres victorias parciales, dos segundos puestos, un maillot verde en el bolsillo y presencia en escapadas. El joven talento de la Liquigas-Cannondale está a un paso de ganar el Porsche que apostó con el patrón de la escuadra italiana, tan sólo le resta el premio a la combatividad para lograrlo.
10. Un escándalo que no empaña una carrera. El sorprendente arresto de Rémy Di Gregorio quedó en un más que aplaudible margen en una situación que hace flaco favor tanto al deporte como la carrera. Por un ciclismo limpio, por un ciclismo creíble, cada vez son menos los casos que se dan hoy en día que invitan al optimismo. Un mejor trato por parte de la prensa será el impulso final para invertir una situación que llevó al ciclismo a ser un deporte señalado.